La falsa justificación del ayuntamiento

Uno de los argumentos que la gestión municipal panista esgrime para justificar que la ciudad está sumida en el caos es que recibieron un municipio que se caía a pedazos. Eso es parcialmente cierto, pero el actual Ayuntamiento de Puebla, hoy encabezado por el velador más caro de todo el estado, Adán Domínguez Sánchez, tiene en su contra un punto que es fundamental: la experiencia de haber gobernado la ciudad en el periodo 2011-2014, es decir, que no tendría por qué existir una curva de aprendizaje o complejidades para tomar rápidamente las riendas del gobierno. Nada de eso ocurrió. En sus dos primeros años, esta administración municipal dio muestra que en realidad eran unos inexpertos y que si hace 10 años no fueron tan evidentes las torpezas de la Comuna fue porque el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas acaparaba toda la atención. Un botón de muestra: las lluvias y granizadas atípicas que asolaron la capital hace unos días. Todos vimos a un gobierno del estado metido de lleno en la atención de las zonas afectadas y a los damnificados. ¿Y el Ayuntamiento de Puebla? Bien gracias, con sus funcionarios jugando su papel de acarreados y matraqueros. Incluso, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina reveló que fue a petición de la Secretaría de Gobernación estatal la convocatoria para que hubiera un trabajo coordinado. Esto pinta de cuerpo completo a la Comuna, pues la iniciativa debió ser al revés porque el primer responsable de la atención a los afectados es el gobierno municipal. Otro ejemplo: La inseguridad pública. ¿A poco de verdad la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal no sabía que La Barredora operaba a sus anchas en la capital poblana? ¿Tan ineptos son para no saber siquiera lo que afecta a la propia administración? La indolencia para atender este grave problema ha sido registrada a detalle por los ciudadanos de todos los extractos sociales, principalmente en la clase media que tiene mayor acceso a la información de lo que ocurre en su entorno. A pesar de las graves evidencias de negligencia, ineptitud y corrupción de esta administración municipal, sus funcionarios parece que viven en una burbuja que los hace ignorar todo lo que pasa a su alrededor. En la pasada gestión municipal, uno de los regidores del PAN, Enrique Guevara Montiel, criticaba airadamente todo lo que ocurría y no dejaba de repetir que ellos eran mejores, que cuando tuvieran bajo su control el Ayuntamiento todo sería mejor. Mentira. La realidad se ha impuesto por sí sola. Estamos ante uno de los peores gobiernos que llevaron a esta ciudad a un gravísimo retroceso que costará revertir.