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martes, noviembre 26, 2024

¿A quien le abre las puertas el Yunque?

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Las primeras 48 horas de la guerra civil del PAN poblano no ofrecieron nada nuevo de lo que ya se sabía, así como tampoco sorprende el grado de estulticia en que insiste manejarse el grupo de Eduardo Rivera Pérez.

Ahí está como ejemplo el nombre de la planilla que encabeza Felipillo Velázquez Gutiérrez, el candidato por descarte de Eduardo Rivera Pérez, el dictador bananero de la aldea azul. No se sabe a ciencia cierta a quién se le ocurrió bautizar la planilla con la leyenda “Abramos la puerta”, pero lo realmente terrible es que el propio candidato a la presidencia lo haya avalado.

¿A quién o a quiénes les quieren abrir la puerta? Por la forma en que siempre ha actuado el grupo de Eduardo Rivera, la respuesta evidente es solo a aquellos que forman parte de su secta y están dispuestos a asumir su condición de empleados perenes al servicio del exedil oriundo de Toluca.

El nombrecito, a primera vista, se explicaría en un sentido positivo ante la incorporación de Guadalupe Leal Islas o Fernando Sarur que no forman parte del Yunque burocrático, pero en realidad ahí podemos encontrar un caso digno de análisis, ya que conjuga una mezcla de Síndrome de Estocolmo y utilitarismo ramplón.

Vea usted. Fernando Sarur y Lupita Leal han sido víctimas de maltratos, “basureadas”, además de ser testigos del incumplimiento de acuerdo por parte del exmunícipe con ínfulas de dictador bananero y de las corruptelas cometidas en el Ayuntamiento de Puebla. Al alzar la voz fueron perseguidos, denostados y como castigo se les impidió la reelección en sus cargos.

Ambos aparecen como integrantes de la planilla de Felipillo Velázquez, ergo, la puerta está abierta a aquellos que se hagan de la vista gorda ante la corrupción de los riveristas y estén dispuestos a olvidarse de todo lo que sufrieron porque esa es la mejor evidencia de que son, en potencia, cuadros dignos de ser iniciados en el Yunque burocrático.

En el caso de Rocío Sánchez de la Vega, la candidata a la Secretaría General del PAN, no es extraña su inclusión ya que, a pesar de ser una morenovallista, sus prácticas en el ejercicio de gobierno han sido igual de nefastas que las cometidas en el Ayuntamiento riverista. Solo basta con echarle una revisada a su gestión al frente de la delegación en Puebla del Instituto Nacional de Migración y los escándalos que ha enfrentado por ser sorprendida infraganti comprando votos en la contienda por la dirigencia nacional de 2012.

Así pues, la compañera de fórmula de Felipillo Velázquez confirma que las puertas están
abiertas a quienes sepan hacer las mismas porquerías.

Otro que aparece en la planilla es Oswaldo Jiménez López, pero su inclusión es bastante entendible ya que cree que Genoveva Huerta Villegas y Mario Riestra Piña tienen algo que ver en su humillante derrota en el distrito 17 local, ocurrida el pasado proceso electoral.

Lo que el ahora panista sin trabajo nunca quiso reconocer es que su derrota tiene su origen en su pereza para hacer campaña. Dio por hecho que, al ser el candidato por el distrito local más panista del estado, su reelección estaba asegurada. Cuál sería su sorpresa que una primeriza en la política como María de la Barreda Angón resultara mejor abanderada e hiciera lo que cualquiera que quiere ganar hace: recorrer las calles, ir en busca del elector, actuar con estrategia, exhibir las fallas del gobierno municipal panista, ir al fondo y saber que no hay mañana sin el triunfo en las urnas.

Parafraseando el famoso microcuento de Tito Monterroso: Cuando Oswaldo Jiménez despertó, ella ya estaba ahí.

Entonces, la inclusión del panista sin chamba en la planilla de Felipillo Velázquez responde a una sola cosa: abrir la puerta a los resentidos; ya sabe, la muina como arma política. Y vaya que Lalo Rivera y los suyos saben lo que es hacer política desde el hígado.

Puede hacer el análisis de cada uno de los integrantes de la planilla de Eduardo Rivera —¿o acaso usted cree que Felipillo será el verdadero dirigente estatal?— y comprobará que los únicos que tienen las puertas abiertas en el PAN no son aquellos que quieren cambiar las cosas, evitar la extinción de su partido o incluso que tengan fobia hacia el oriundo de Toluca, sino quienes cumplen con el penoso perfil del Yunque burocrático.

Así que si usted conoce a algún ingenuo que cree que Felipillo y su planilla ofrecen algún tipo de cambio o puertas abiertas, recuérdele el sabio refrán popular: “Chango viejo no aprende maroma nueva”.

 

HONOR A QUIEN HONOR MERECE

Si algo tiene Pepe Tomé es el ADN de un reportero de mil batallas. Conocedor de este azaroso oficio, su talento lo llevó a dar el salto a ese lugar fundamental que todo buen político de oficio necesita: la oficina de prensa y comunicación.

Siempre de la mano de Alejandro Armenta Mier forjó su carrera en la administración pública y la política. Por más de 20 años ha acompañado y seguido los pasos de quien no solo es su jefe sino su mentor y amigo.

Ambos han sorteado los mares embravecidos de la política local y nacional, llegando a buen puerto con más experiencia y mayor humildad. (Esto último un principio bastante escaso en nuestros días).

Quienes tenemos la suerte de conocer realmente a Pepe, sabemos que detrás de la primera impresión que ofrece hay un alma generosa y entrañable.

Es por eso que cuando el gobernador electo anunció la designación de nuestro colega y amigo como el nuevo coordinador General de Comunicación no hay otro espacio más que para la celebración.

¡Enhorabuena, querido Pepe!

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