“El arte de la diplomacia es mentarle la madre a alguien sin que se dé cuenta y todavía te lo agradezca”. Una frase que leí y me hizo todo el sentido después de lo que vimos con la dichosa carta.
¿Qué sucedió con el polémico mensaje del presidente dirigido al parlamento europeo? Pues que no tuvo nada de diplomático, fue duro y a la cabeza, lleno absolutamente de verdad, pero escrito en un tono que a muchos nos brincó. Que importante el arte de las palabras, la forma de expresarnos repercute directamente en la percepción de lo qué pasa.
Aquí el chiste no es si tiene razón o no, si es verdad o no. Aquí lo que el derechairo pide es que cuando tengas una postura, lo hagas de la manera más educada y sumisa posible. Recordemos que en la política los lobos se disfrazan de cordero. Nos llenan de estos discursos, hermosos, divinos y educados, pero con hechos atroces nos ven la cara; eso sí, de una forma muy diplomática –jajajaja-; literal nos dan atole con el dedo, y tal parece que ése es el trato que nos encanta, que nos hablen bonito y nos traten de la mierda.
Un ejemplo: Trump, con un discurso polémico, fuera de tono y agresivo perdió la reelección con Biden, quien, con una retórica más política, con menos confrontación con los medios, nos tiene al borde la Tercera Guerra Mundial, gracias a estas acciones injerencistas disfrazadas de heroísmo.
Obama durante su sexenio realizó, si no me equivoco, cinco intervenciones en diferentes países y recibió, nada más y nada menos que el premio Nobel de la Paz; jajajajajaja, déjenme me río otras dos horas. Obama, claro, tan injerencista como Biden, pero con la diferencia de ser un lobo que se disfrazó de cordero y manejó mejor su imagen, lo que lo llevó a ganar este “admirable” reconocimiento.
Y ¿qué pasa con nuestro presidente entonces? Pues justamente esa manera de reaccionar, que sí no es la más diplomática, es una de las razones de mi voto hacia él. Es lo que a mí y a muchos nos gusta; tener un presidente con la capacidad de decir verdades, y de hablar sin miedo.
Pero claro, a los fifís es lo que más les molesta porque no lo entienden; porque, antes que nada, para ellos está la hipocresía y la conveniencia, su modus operandi dentro de sus círculos sociales.
Antes que México, la madre patria es primero ¡Hala Madrid! ¿Cómo se atreve el presidente a contestarles así? ¡A ellos! A los europeos, a nuestro ejemplo a seguir, con su cultura y educación. ¡Qué naco es nuestro presidente! ¡Qué vergüenza!
¿Vergüenza? Vergüenza la que siento yo con todos los comentarios, insultos, memes y TikToks respecto a México y la postura de AMLO. Sabía que éramos malinchistas, pero no sabía que odiaran tanto a su país, sorprendente que les causara tanta gracia los comentarios racistas de la embajadora ucraniana con respecto a que mandaríamos tamales a la guerra, ahí si no se ofendieron, se rieron y además ¡le dieron la razón!
¡Qué vergüenza! No tienen el más mínimo sentido de lo que es ser patriota, realmente amar a tu país y sentirte orgulloso de él, no sólo de dientes para afuera y en partidos de futbol.
Con razón no lo entienden, ni lo entenderán. Siguen siendo tierra de conquista, bien lo ha dicho “López”.
Prefieren quedar bien con los europeos, no importa qué tanto nos atoren con sus bancos, con el gas; no importa que les concesionen todas nuestras minas, que les regalemos nuestros recursos, nuestras playas, nuestros bosques. Como tampoco importa que se metan en las políticas internas de México; aquí, hay que escucharlos y hacerles caso, porque ellos son un ejemplo a seguir; ellos son el primer mundo y nosotros una República bananera.
Preguntas tontas: ¿Sí sabrán cómo funciona el modelo global? ¿Sí sabrán que las potencias mundiales generan su riqueza, sostienen su desarrollo y economía a costa de los terceros mundos? ¿Sí sabían que ellos son los culpables de que los países pobres no salgan de la pobreza porque nos tienen acorralados con los bancos centrales por medio de deuda? ¿Sí sabrán que a esos países que tanto admiran, y son el ejemplo a seguir, les conviene mantenernos pobres para poder obtener de nosotros mano de obra barata y abundantes recursos naturales?
El proyecto de 4T es justo eso, un proyecto nacionalista y sumamente patriota en el que por primera vez ¡tenemos presidente! Que no se agacha, que los tiene bien puestos y que está defendiendo la poca soberanía que nos queda. Que por muy europeo que sea un país no va agachar la cabeza ni les dará la razón para ser diplomático. Después de mucho tiempo, hoy tenemos en la silla presidencial a un hombre patriota y que le importa más su país que la diplomacia.
¡Yo lo aplaudo! Porque sí, la carta no fue nada diplomática, pero cuánta razón hay en ella.