Mis tías Irene y Bella eran las guapas de la familia.
Ambas medían arriba de 1.70 sin tacones, eran sensiblemente atractivas —buen pigmento, buen esternón,...
Estaba en un restaurante cuando llegó el farsante.
Lo reconocí por la voz engolada, absolutamente falsa. Los farsantes suelen hablar como Arturo de Córdova y...
Cuando los señores llegaban a una fiesta —en los años setenta— con sus esposas, sucedían muchas cosas:
Se sentaban, fumaban cigarrillos Raleigh con filtro, pedían...
En todas las fotos familiares aparece, indubitable, un tío mío.
En una foto añeja, amarillenta —un daguerrotipo, casi—, está mi tío Melchor: pequeño de estatura,...