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jueves, noviembre 21, 2024

Claudia Sheinbaum: un recorrido de la Ciencia a la Presidencia de México

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La trayectoria de Claudia Sheinbaum hacia la presidencia de la República no se forjó de la noche a la mañana: han pasado más de 40 años desde que una mujer intentó por primera vez obtener esa nominación, y casi tres cuartos de siglo desde que las mujeres en México pudieron ejercer siquiera su derecho al voto. Este 1 de octubre, Sheinbaum marcó un hito en la historia de la política mexicana.

Su camino para ser la primera mandataria mujer del país comenzó desde las aulas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y se extendió hasta la jefatura delegacional de la alcaldía Tlalpan y como jefa de gobierno en la Ciudad de México, para llegar a ser hoy la figura más representativa del país.

Claudia Sheinbaum Pardo nació el 24 de junio de 1962 en la Ciudad de México. Su familia, de ascendencia judía y profundamente ligada a los movimientos progresistas, tuvo una gran influencia en su formación de izquierda y en su ascenso en la 4T de la mano del exmandatario, Andrés Manuel López Obrador.

Desde pequeña, Claudia Sheinbaum mostró una gran pasión por el estudio y una inclinación hacia la ciencia, una característica que la acompañaría a lo largo de su vida. Sin embargo, también creció en un ambiente politizado, donde las discusiones sobre justicia social, igualdad y derechos humanos eran frecuentes en su hogar.

Su familia, además de estar inmersa en la vida académica, se identificaba con los movimientos de izquierda en México, lo que influyó en su visión política desde temprana edad.

LA CIENCIA DE POR MEDIO

Sheinbaum estudió física en la Facultad de Ciencias de la UNAM y posteriormente, se tituló con la tesis llamada “Estudio termodinámico de una estufa doméstica de leña para uso rural”. Posteriormente decidió especializarse en ingeniería energética, lo que le permitió obtener una maestría con ese título y un doctorado en ingeniería ambiental.

Allí, durante este tiempo, su enfoque principal fue el cambio climático y las energías renovables, campos en los que se convirtió en una experta reconocida a nivel internacional.

En la universidad, Claudia comenzó a involucrarse en la política estudiantil y a participar en movimientos sociales. Los años 80 y 90 en México fueron una época convulsa, donde Sheinbaum estaba inmersa en la ciencia y se unió a grupos que luchaban por causas ambientales, siguiendo el ejemplo de sus padres, que participaron activamente en movimientos de la izquierda mexicana.

Su interés por la energía y el medio ambiente la llevó a cursar una maestría en ingeniería energética en 1994, y posteriormente, a cursar un doctorado en la misma área, siendo la primera mujer en lograr este grado en su especialidad en la UNAM.

Para completar su formación doctoral, Sheinbaum se trasladó a Estados Unidos, donde hizo su investigación en el prestigioso Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, administrado por la Universidad de California. Durante esta etapa, vivió en el extranjero junto a su entonces esposo, Carlos Imaz, y sus dos hijos, Rodrigo y Mariana.

También trabajó en organismos públicos como la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía y la Comisión Federal de Electricidad y su experiencia se extendió con un cargo en el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Su trayectoria profesional destaca por su participación en el desarrollo de metodologías para medir la contaminación y crear sistemas de alerta ante la emisión de gases de efecto invernadero, trabajo que la llevó a formar parte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, compuesto por más de 600 expertos de todo el mundo.

En 2007, este panel fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz por su contribución a la difusión del conocimiento sobre el cambio climático.

EL ASCENSO POLÍTICO

A pesar de su exitosa carrera como científica, Claudia Sheinbaum decidió dar el salto a la política a principios del milenio: se unió al Partido de la Revolución Democrática (PRD), un partido de izquierda que surgió de la fusión de diversos movimientos progresistas y que en ese momento era liderado por Andrés Manuel López Obrador.

Fue precisamente en la administración de López Obrador como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, cuando Sheinbaum tuvo su primera experiencia en la gestión pública, al ser nombrada secretaria del Medio Ambiente, donde lideró proyectos emblemáticos como la primera línea del Metrobús sobre Insurgentes y las ciclovías, los cuales estuvieron en consonancia con sus valores ambientales.

El inicio de la década de los 2000 fue crucial, toda vez que Sheinbaum se posicionó dentro del grupo cercano a López Obrador, y con la experiencia del cargo en la Secretaría del Medio Ambiente, logró un inmediato ascenso.

En 2015, Claudia Sheinbaum fue electa jefa delegacional de Tlalpan, donde siguió los ideales de la 4T: transparencia y lucha contra la corrupción, dos temas que han sido centrales en su carrera política. Además, impulsó programas de desarrollo urbano sostenible y mejoró la infraestructura pública.

Tres años después, en 2018, fue la candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en una campaña marcada por su cercanía con Andrés Manuel, quien también competía por la presidencia de la República.

Su victoria fue histórica. No solo se convirtió en la primera mujer electa para el cargo (Rosario Robles había sido jefa de Gobierno interina años antes), sino que también lo hizo con un amplio margen de votos.

Claudia Sheinbaum, como jefa de Gobierno, implementó programas sociales como el de “Mi Beca para Empezar,” impulsó la expansión de las líneas del metro y la construcción de nuevas líneas de teleférico, como el cablebús, que conectó a zonas marginadas con el resto de la ciudad.

En su gestión, se implementó también una tarjeta única de movilidad para todos los sistemas de transporte público y anunció que la línea 3 del Metrobús sería totalmente eléctrica.

LOS ALIADOS AL FRENTE

Tras haber ganado la Presidencia de la República este año como la mandataria más votada en la historia, Sheinbaum Pardo mantuvo cerca a sus principales aliados, siendo el presidente Andrés Manuel López Obrador, sin duda, la figura más relevante en su carrera.

Martí Batres, actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México —tras la salida de Sheinbaum para competir por la presidencia—, también se mantendrá cerca de la presidenta, luego de que fue designado en el cargo de director del ISSSTE para el próximo sexenio.

Rosa Icela Rodríguez, actual secretaria de Gobernación federal, es aliada de Sheinbaum desde que fue jefa de gobierno en la Ciudad de México, donde fue secretaria de Gobierno, antes de ser llamada por López Obrador al Ejecutivo.

El exvocero de López Obrador y cercano a Sheinbaum desde los tiempos del movimiento estudiantil y social, Jesús Ramírez Cuevas, también se mantendrá cerca de la morenista, luego de que fue designado, de último minuto, como coordinador de asesores de la Presidencia.

Aunque más identificada con el gobierno federal como exsecretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde también es cercana a Sheinbaum y ahora se desempeñará desde una trinchera cercana: la dirigencia nacional de Morena.

Situación similar ocurre con César Cravioto, quien ahora fungirá como secretario de Gobierno de Sheinbaum Pardo, con trayectoria como comisionado para la reconstrucción de la Ciudad de México tras el sismo de 2017 y uno de los más confiables para el actual gobierno.

Sobresale el nombre de Mario Delgado, hoy titular de la SEP, quien fue gestor clave en la unificación de las diversas facciones de Morena y en la consolidación del partido como la principal fuerza política en México, mientras que otros aliados importantes para la morenista se encuentran en las cámaras legislativas: el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña y el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal.

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