En su intento por salir al paso por la privatización de la calle 11 Poniente, entre la 19 y 21 Sur a favor de la UPAEP, efectuada por la gestión municipal del PAN sin el consentimiento ni información de los colonos del Barrio de Santiago, el rector de esa casa de estudios, Emilio Baños Ardavín, se desmarcó de la medida e intentó justificar la inversión de 50 millones de pesos efectuada en la zona, al afirmar que los trabajos de mejoramiento del Ayuntamiento no se hicieron “dentro de la universidad”, sino que buscaba beneficiar a todos los sectores de la población, no solo a los estudiantes.
A pesar de que la decisión de intervenir el polígono generó polémica entre los vecinos del Barrio de Santiago, Baños Ardavín aseguró que la universidad “está bien” con cualquiera de las decisiones que se tomen, ya sea mantener la peatonalización o reabrir la calle al tráfico vehicular.
El rector destacó lo que consideró los beneficios de las obras realizadas, al señalar que han proporcionado nuevas áreas de descanso como palapas y bancas para los estudiantes de la UPAEP, pero evitó profundizar en el impacto que estas decisiones tuvieron para los vecinos de la zona.
Además, Baños Ardavín mencionó que la universidad fue notificada sobre los posibles cambios en la vialidad, aunque aclaró que la institución no ha entablado diálogos directos con los vecinos, dejando esa responsabilidad en manos del Ayuntamiento de Puebla.
“Estamos bien con cualquiera de las soluciones porque las dos alternativas se nos plantearon, nosotros acompañamos a lo que se llegue a acuerdos entre los vecinos y el Ayuntamiento. Las inversiones que hizo UPAEP no son puertas adentro, son para todo público, cualquiera de nosotros puede disfrutar de estos espacios”.
El rector dijo que las obras, en las que la UPAEP aportó más de 10 millones de pesos al gobierno municipal que invirtió 50 millones de pesos, supuestamente mejorarán la seguridad y accesibilidad del área, lo que debería favorecer al comercio local.
No obstante, esto contradice las quejas de los residentes, quienes señalaron que el alcalde interino Adán Domínguez Sánchez no cumplió su promesa de no bloquear la calle con bolardos y ahora enfrentan problemas de movilidad y disminución en sus ventas.
Baños aseguró que tienen “un montón” de acciones con el Barrio de Santiago, con quienes presuntamente han colaborado en aspectos culturales, económicos e inclusive han otorgado becas para estudiantes de la zona.
La respuesta del rector de la UPAEP surgió luego de que Adán Domínguez Sánchez decidió cerrar la calle 11 Poniente para convertirla en peatonal, lo que desató la ira de los vecinos, quienes acusaron a la administración panista de actuar sin transparencia y de faltar a su palabra.
Los colonos señalaron que la peatonalización de la 11 Poniente, entre las calles 19 y 21 Sur, no formaba parte del proyecto original presentado en las reuniones con los vecinos involucrados.
Además, denunciaron que los trabajos de remodelación, que costaron 50 millones de pesos, se realizaron de manera deficiente y parecen estar destinados a favorecer exclusivamente a la UPAEP, institución vinculada a Eduardo Rivera.
El malestar entre los vecinos aumentó cuando descubrieron que, de madrugada y sin previo aviso, se colocaron bolardos para bloquear el tránsito vehicular en la zona: “Nos engañaron vilmente” declaró Susana, residente de Santiago desde hace más de 40 años.
Juan Pérez, otro vecino afectado, relató cómo las obras bloquearon el acceso a su hogar sin previo aviso, lo que lo llevó a promover un amparo para defender sus derechos, además de que denunció que las autoridades municipales no solo actuaron sin consultar a los colonos, sino que también mintieron sobre los alcances del proyecto.
La polémica no se limitó al Barrio de Santiago. El mismo día, en el Centro Histórico, un grupo de comerciantes establecidos se manifestó en la avenida Reforma y 11 Sur, exigiendo la reapertura de las calles 6 y 8 Oriente-Poniente, cerradas como parte de un operativo municipal para combatir el comercio informal, protesta que se tornó violenta cuando granaderos de la policía municipal dispersaron a los manifestantes y detuvieron a Pavel Tobón, un comerciante que protestaba junto a sus compañeros.