El municipio de San Andrés Cholula, famoso por sus antiguas pirámides y pintorescas calles empedradas, enfrenta ahora un desafío menos glorioso: la basura. El cierre definitivo del relleno sanitario que durante años recibió los desechos de 21 municipios dejó a las autoridades con un reto monumental.
A decir del secretario de Gobernación estatal, Javier Aquino Limón, la respuesta a esta emergencia sería la instalación de uno o más rellenos sanitarios para cubrir la disposición final de residuos para la zona metropolitana de Puebla.
Reconoció que, aunque el reloj está corriendo, las soluciones no pueden ser apresuradas, por lo que anunció que será hasta octubre, cuando los nuevos alcaldes tomen protesta, cuando finalmente podrán involucrarse en la búsqueda de un nuevo destino para los desechos de sus municipios.
Aquino Limón sostuvo que los alcaldes salientes ya no tienen interés en el problema, por lo que el gobierno de Puebla ya está esbozando un plan en el que se hablan de dos o tres predios potenciales, lugares que podrían convertirse en los nuevos receptores de las toneladas de basura que día a día se generan.
Sin embargo, explicó que antes de que cualquier camión de basura descargue los residuos, estos sitios deberán pasar el escrutinio de la Secretaría de Medio Ambiente y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Aquino Limón también reconoció que el incumplimiento de la empresa ProFaj Hidrolimpieza, encargada de manejar los desechos de los 21 municipios afectados, podría llevar a un reajuste en la concesión y a su vez, abrir la puerta a que más municipios cuenten con sitios adecuados para la disposición final de sus residuos.
“Puede haber algún ajuste, porque en este caso el incumplimiento de la empresa en no tener la capacidad podría generar un reajuste, esperamos atender el mayor número de municipios. Lo más posible es que se tenga que recomponer la recolección de basura en la zona metropolitana”, advirtió.
Mientras tanto, reveló que la SMADSOT y la Profepa desarrollan una operación conjunta para identificar los sitios en los que los municipios están depositando sus desechos, asegurándose de que cumplan con las normativas establecidas.
Por otro lado, el presidente municipal de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino, manifestó su preocupación por la gestión de residuos en el municipio, al señalar que la clausura definitiva del Relleno Sanitario creó un vacío en la infraestructura local de manejo de basura, por lo que buscarán llegar a una solución junto al Ejecutivo.
Tlatehui explicó que, aunque existe un acuerdo con el Ayuntamiento de Puebla para seguir utilizando el Relleno de Chiltepeque hasta el final de su administración, la clausura del relleno en Cholula, que fue cerrada en marzo por protestas de residentes que denunciaron contaminación, ha complicado la situación.
EN RIESGO GESTIÓN DE RESIDUOS EN PUEBLA
La situación de la basura en Puebla se suma al hecho de que el relleno de Chiltepeque, que actualmente recibe 58 mil toneladas de basura al mes, podría operar solo por seis meses más debido al aumento de 35 por ciento en su capacidad de recepción, luego de que municipios de la zona conurbada envían sus residuos en este espacio desde abril.
A decir de la regidora capitalina de Morena, Elisa Molina Rivera, la administración de Adán Domínguez ha sido además ajena a implementar un enfoque de “basura cero”, para reducir el volumen de basura mediante la separación de residuos.
Molina Rivera acusó a la administración panista actual de no tener una visión sostenible y priorizar intereses empresariales sobre soluciones ambientales.
A pesar de las garantías del alcalde sustituto, Adán Domínguez Sánchez, de que el relleno cumple con las normas y certificados necesarios, el convenio con los municipios conurbados finalizará en octubre sin promesas de renovación.