Tras los paros de labores de trabajadores del Poder Judicial de la Federación en la Ciudad de México y siete estados, incluido Puebla, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció con firmeza: “La reforma no afecta a trabajadores, que no los usen”.
Luego de haberse iniciado el paro, que comenzó a la medianoche del lunes y que generó un fuerte impacto a nivel nacional, afectando también al estado de Puebla, donde casi 2 mil trabajadores se sumaron a la movilización, el presidente reconoció el derecho de los trabajadores a expresar su desacuerdo con las modificaciones propuestas en la reforma.
Sin embargo, no dudó en criticar el movimiento, al advertir que los manifestantes podrían estar “sirviendo de paleros” a quienes, según él, forman parte de la corrupción en el Poder Judicial.
“Nosotros no estamos en contra de los trabajadores de México, estamos en contra de la corrupción y de los privilegios”, afirmó el mandatario, al señalar que la reforma únicamente busca eliminar prácticas corruptas y privilegios entre jueces, magistrados y ministros.
López Obrador apuntó que lejos de perjudicar a los trabajadores, la reforma tiene como objetivo beneficiarlos y anunció que en los próximos días explicará en detalle los alcances de las nuevas disposiciones para evitar que los trabajadores sean manipulados.
“Lo que queremos es que desaparezca la corrupción en el Poder Judicial, sobre todo arriba, la corrupción que llevan a cabo, jueces, magistrados y ministros, no todos, pero sí muchos. Dejan en libertad a delincuentes del crimen organizado y de cuello blanco. Si teniendo esa información, la tienen, deciden ir a huelga, también están en su derecho, nada más que van a servir de paleros a quienes forman parte de la corrupción en el Poder Judicial”, expuso.
El presidente también lanzó duras críticas al Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en respuesta al paro nacional, al señalar que su postura fomenta la corrupción y buscan imponer un “Estado chueco” en lugar de un auténtico Estado de derecho.
CRITICA POSICIÓN DEL CCE
La crítica del mandatario se centró en lo que consideró un intento de la élite económica del país para mantener el control sobre el Poder Judicial, asegurando que los empresarios más poderosos del país, representados por el CCE, pretenden tener a jueces, magistrados y ministros a su disposición para defender sus intereses particulares.
“Es mucha prepotencia que los que se sienten dueños de México quieran tener a sus pies a jueces, a magistrados y a ministros. Porque el Consejo Coordinador Empresarial no son nada más los que representan ese organismo, son los más afortunados de México, que no dan la cara, pero son los que tienen a su servicio a ministros de la Corte”, manifestó.
El mandatario señaló que esta élite, a través de su influencia en el Poder Judicial, busca perpetuar la corrupción y proteger sus privilegios, incluyendo la evasión de impuestos y la preservación de monopolios, todo ello en detrimento de lo que consideró el “interés general”.
“Ellos lo saben, nada más que no voy a mencionar sus nombres, pero sí saben ellos que me estoy refiriendo a una actitud que es completamente inmoral. Eso no ayuda a limpiar de corrupción al país, eso no le ayuda a México, eso es un mal ejemplo”, sostuvo.
SHEINBAUM CRITICA LA PROTESTA
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo, calificó la protesta como infundada, toda vez que aseguró, la reforma judicial no comprometerá los derechos laborales ni la carrera judicial de los empleados del PJF.
Destacó que los trabajadores podrán seguir ascendiendo dentro del sistema, y que se establecerán comités de selección para los cargos de jueces, magistrados y ministros, garantizando que la selección se base en criterios claros y objetivos.
“De hecho, un secretario o secretaria de acuerdos de un juzgado, a veces trabaja más y nunca tiene las posibilidades de ser juez porque se asigna desde arriba, ahora va a poder participar en la elección”, afirmó.
Mientras tanto, trabajadores del Poder Judicial de la Federación continuaron con el paro indefinido que afecta diversas sedes, incluyendo el edificio en San Lázaro, el edificio Revolución, el edificio Las Flores, Prisma y Diamante en Ciudad de México, así como el Estado de México, Morelos, Veracruz, Tlaxcala, Zacatecas, Chiapas y Puebla.
