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jueves, septiembre 19, 2024

El segundo asesinato

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Aunque la gestión panista en el Ayuntamiento de Puebla pretenda inculpar a la Unión Popular de Vendedores Ambulantes “28 de Octubre” por la muerte de uno de sus integrantes el pasado domingo, en los hechos estaríamos ante la segunda ejecución cometida por la Policía Municipal capitalina. El primer asesinato ocurrió el 24 de diciembre de 2022 cuando cuatro elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal, encabezada por María del Consuelo Cruz Galindo, mataron a un hombre de 42 años y dispararon contra otras cuatro personas. La investigación arrojó que los uniformados ignoraron los protocolos de actuación, pero hasta la fecha se desconoce la situación jurídica de los involucrados -detenidos por los delitos de homicidio, lesiones y abuso de autoridaddebido a que la corporación ha mantenido el caso en absoluto sigilo. A eso agréguele que el Ayuntamiento tiene amordazados a la mayoría de los medios de comunicación locales y nadie está interesado en saber qué paso con esa ejecución extrajudicial. Con este grave antecedente, en la gestión de Eduardo Rivera Pérez y ahora con Adán Domínguez Sánchez la Policía Municipal tiene como principal característica el abuso. Lo mismo lo han sufrido feministas en pleno 8 de marzo, estudiantes de diferentes universidades, miles de ciudadanos que han tenido que pagar multas de tránsito injustificables. Otro caso igual de condenable fue el de Alondra N, quien denunció violación por parte de dos policías municipales, quienes la detuvieron porque no portaba un casco mientras circulaba a bordo de una motocicleta, en la colonia Historiadores. El suceso, ocurrido el 17 de marzo, tomó un giro vertiginoso porque uno de los involucrados tenía una denuncia por acosos sexual contra una de sus compañeras policías. El caso, al igual que el anterior, se mantiene bajo secrecía y no sabe si los responsables han recibido su merecido. Ahora tenemos frente a todos el homicidio de un franelero a manos de Policías Municipales y, al igual que los otros escándalos de la corporación, las autoridades pretenden responsabilizar a las víctimas de lo ocurrido. Más aún, ni Adán Domínguez o Consuelo Cruz han emitido sus condolencias o informado sobre las acciones jurídicas iniciadas para esclarecer los hechos. Eso, aquí y en China, se le llama impunidad. ¿Esa es la “nueva generación” del PAN que pretende tomar el control del partido? ¿Esa es la oferta que la oposición tiene para cambiar las cosas en Puebla? ¿Hasta cuándo dejarán de ser unos cínicos y asumirán su responsabilidad?

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