| Staff HL
El rostro de la coordinadora de prensa de Mario Riestra Piña se descompuso al comprobar que un reportero Hipócrita Lector había aparecido en un acto de campaña que en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Puebla. Y es que el sorpresivo arribo significaba una sola cosa: Dar una explicación que no se quiere ofrecer.
La razón no era menor. En las páginas de este diario había aparecido un extenso reportaje sobre la compra de cuatro predios en exclusivas zonas del Caribe mexicano por parte del Clan Riestra sin que haya hasta el momento certeza del origen de los 12.1 millones de pesos que se desembolsaron entre 2021 y 2023; y, principalmente, que el vendedor resultó ser Luis Adrián Ibarra Ortega, señalado de formar parte de la estructura utilizada por la mafia rumana, encabezada por Florián Tudor, El Tiburón, acusado crimen organizado, homicidio agravado, trata de personas y otros delitos de tipo fiscal.
Con el escándalo a cuestas y el rostro descompuesto después del arribo del reportero de este diario, Sagrario Conde, coordinadora de prensa de Mario Riestra Piña, candidato del PRIAN a la alcaldía de Puebla, no atinaba qué acción tomar.
Otro obstáculo que enfrentó la exmorenovallista —la única comunicadora oficial que sobrevivió en ese sexenio— era la poca afluencia de reporteros al acto partidista: Solo cinco se interesaron por el encuentro. Un margen de maniobra reducido como para impedir que el tema saliera a la luz.
Aun así, la orden fue dada: restringir solo a dos preguntas la conferencia prensa que se ofrecería tras concluir el foro “Diálogo con el Sector de la Construcción”.
Sí, solo dos preguntas. Una de ellas: “Candidato, quisiera preguntarle, en este marco del Día del Niño, saber en su plan de gobierno si hay alguna estrategia o plan de trabajo para combatir la explotación laboral de los niños, pues últimamente de 10 a 17 años son ingresados al crimen organizado”.
El reportero de Hipócrita Lector, como era obvio, no fue seleccionado.
LA HUIDA DEL CANDIDATO
Sin arredrarse, Cirilo Calderón buscó lo que antes se le había negado: Una versión oficial sobre el escándalo que envuelve al Clan Riestra.
Fue así que grabadora en mano, persiguió al candidato del PRIAN cuando se dirigía, despavorido, rumbo a su camioneta.
“Candidato: Sobre la investigación de los cuatro predios que compraron en el Caribe mexicano, están a nombre de tu mamá, saber con qué recursos se obtuvieron, ella no tiene ingreso”, inquirió el reportero.
La respuesta, evasiva llegó en medio de la carrera. “El único rumano que conozco es a George Hagi, a Popesko, a Dimitrescu, y, hablando de ciencia ficción, a El Conde Drácula. Y la única mafia que conozco es la mafia del poder, es la que estamos combatiendo y representa Eukid Castañón”.
Con el paso apresurado, el reportero insistió: “¿Estos terrenos sí son de tu mamá?”
La respuesta que obtuvo también esquiva: “Están desesperados, llevamos más de 15 puntos en las encuestas y tan desesperados están, que se enfermó su candidato”.
Nada se supo de la mafia rumana, los predios y el origen de los recursos.
Lo que sí se supo fue que alguien, el candidato, huyó.
