Marko Cortés Mendoza, Alejandro Moreno Cárdenas y Jesús Zambrano Grijalva deberán agradecerle a Eduardo Rivera Pérez haberlos puesto en ridículo a nivel nacional, al pedirles que incluyeran en la denuncia que presentaron ante la Fiscalía General de la República, contra el exoperador estrella del morenovallismo, Eukid Castañón Herrera. Los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD ofrecieron ayer una conferencia de prensa para anunciar ese y otros procesos jurídicos. En el caso del poblano lo acusan por los delitos de peculado y desvío de recursos por 568 millones de pesos, cuando ocupó la Secretaría de la Contraloría estatal. En sí misma, la denuncia resulta un disparate por varias razones. De entrada, nadie sabe de dónde salió la cantidad que le achacan al exfuncionario ni las pruebas que existan para comprobar sus dichos. En segundo lugar, vincular a Eukid con un asunto de corrupción es manchar la gestión del ¡panista! Rafael Moreno Valle Rosas, de la que tanto se han colgado los candidatos del PAN para hacer campaña. (¿Le dice algo el sonsonete: “Buenos gobiernos”?), ya que justo ocupó ese cargo durante el periodo del primer gobernador de oposición en Puebla. Lo que también resulta cómico es que Marko Cortés y Jesús Zambrano conocen muy bien a quien ahora denuncian y muchas veces acudieron a solicitarle apoyo para hacer que el PAN ganara elecciones en diferentes partes del país. Peor todavía: Eukid, Marko y Zambrano apoyaban sin reservas el proyecto presidencial morenovallista. ¿En ese tiempo no sabían los hechos que ahora denuncian? Para coronar esta comedia de desatinos, resulta que Max Cortázar, actual coordinador del equipo de comunicación social de Xóchitl Gálvez Ruiz, también fue compañero de gabinete de Castañón Herrera. Lo que deja varias dudas: ¿Al exbaterista de Timbiriche también lo denunciaran por encubrimiento? ¿Le exigirán que rinda cuentas del por qué nunca denunció el presunto desfalco? ¿Aquí aplica el consabido: es tan culpable el que mata a la vaca…? Como le decíamos líneas arriba, este auténtico disparate surgió de una ocurrencia de Eduardo Rivera ante su desesperación de que cada día se hunde más en el fango electoral. Nos cuentan que el objetivo del candidato a la gubernatura del PRIAN era fortalecer la narrativa de que Morena le abrió la puerta a personajes con turbio pasado y mejor ejemplo era el exoperador del morenovallismo. Al final, con la denuncia presentada, Eduardo Rivera y los líderes nacionales de la oposición solo demostraron que son la Carabina de Ambrosio en todo su esplendor y que ya no saben qué hacer para rescatar al Soldado Pérez.