La operación del Ayuntamiento de Puebla de condicionar programas de gobierno, desviar recursos a favor de operadores panistas y el reparto de dádivas en plena veda electoral, terminó por asestar un duro golpe a la campaña de Eduardo Rivera Pérez, al grado de que en una semana se disparó la percepción de corrupción del abanderado del PRIAN.
De acuerdo con una encuestada levantada por Indicadores SC, 48.8 por ciento de ciudadanos —es decir, casi la mitad de los encuestados— considera que con el candidato de Mejor Rumbo para Puebla aumentaría la corrupción pública en el gobierno, lo que significa un crecimiento de 9 puntos respecto a la semana pasada, en la que se reportaba 39.7 por ciento.
La operación Mapache Azul, que incluye la entrega de tinacos de ese color, cemento e impermeabilizante exclusivamente para simpatizantes y líderes de colonias que operan a favor del PAN, generó dos escándalos políticos luego de que funcionarios del Instituto Electoral del Estado y candidatos de Morena sorprendieran a los funcionarios de la Secretaría de Bienestar municipal en la entrega de apoyos en plena veda electoral.
Dichas acciones del Ayuntamiento de Puebla, encabezado por Adán Domínguez Sánchez, desencadenaron un efecto contrario al que esperaba el PRIAN. Por un lado, Eduardo Rivera se sumió como el candidato con mayor percepción de corrupción e incluso hizo que retrocediera 6.7 por puntos en cuanto a la capacidad que los ciudadanos le otorgan para combatir este problema, al ubicarse en 12.6 por ciento.
El estudio refiere que “este fenómeno —de aumento en la percepción de corrupción— se atribuye principalmente a las críticas surgidas en torno a la distribución de tinacos durante el período de veda electoral. Esta acción ha generado inquietudes respecto a posibles intentos de influir indebidamente en el voto o violaciones a las normativas electorales establecidas para salvaguardar la equidad y la transparencia en el proceso democrático”.
Por el otro lado, la encuesta de Indicadores SC revela que Alejandro Armenta Mier, abanderado de Sigamos Haciendo Historia, es considerado como el político con mayor capacidad de reducir la corrupción, con un 36 por ciento del respaldo ciudadano, lo que significó un incremento de 2.2 puntos porcentuales respecto a la semana pasada.
“Estos datos —concluye el estudio— reflejan un cambio en la percepción pública sobre la integridad y la capacidad de los candidatos para combatir la corrupción, lo que podría tener un impacto relevante en el apoyo y la decisión de voto del electorado”.
El panorama se complica todavía más para el candidato del PRIAN. El periodista Arturo Luna Silva, en su columna Garganta Profunda, reveló que un sondeo elaborado también por Indicadores SC, a la pregunta “¿Quién de los candidatos a gobernador de Puebla considera usted que dará más apoyos sociales para la gente?”, 48.5 por ciento aseguró que será Alejandro Armenta, mientras que sólo 17.9 por ciento se decantó por Eduardo Rivera.
“Esta tendencia se ha ampliado en el transcurso de los últimos meses, pues a finales del año pasado la distancia de los dos candidatos en esta variable era de 21 puntos y actualmente es de casi 31 puntos”, indicó el periodista.
En su columna, agrega: “En ese mismo sentido, se preguntó en la encuesta: ¿Quién de los candidatos considera usted que pone en riesgo los programas sociales? Las respuestas estuvieron igualmente polarizadas, con 44.2% que afirma que Eduardo Rivera es quien pone en riesgo los programas, frente a 11.7% que afirma que sería Alejandro Armenta.
“Según las más recientes cifras, más de 70% de los hogares mexicanos reciben al menos uno de los programas sociales del gobierno federal”.
A partir de los datos de ambos estudios, se desprende que Eduardo Rivera es el candidato con mayores sospechas de corrupción en el manejo de programas sociales y en el propio gobierno, además de que pone en riesgo la entrega y continuidad de los apoyos.
