En mis últimas noches de insomnio del 2023, cuando todas las ideas caen como fichas de dominó, me di cuenta que durante doce largos meses, leí solo mujeres escritoras, de varios países, contemporáneas (salvo dos autores que se colaron un fin de semana).
Esa última noche decidí leer algo para no perder la costumbre y, entre las penumbras para no despertar a mi compañero de habitación, caminé hacia mi estudio.
Miss P. como llamamos cariñosamente a mi tallerista de hace años, escritora también y, ahora, puedo decir con orgullo, amiga, siempre me sugiere leer poesía. “La poesía es la clave”, me dice cada que intento justificar mi bloqueo, aunque sé, y ella sabe, quizás, que en realidad se llama procrastinación.
A ver pues, me dije enfadosa, leamos poesía y me sumergí en ella como quien entra por primera vez -después de años de no nadar-, a una alberca gigante. Solté el libro y cogí el celular tan pronto como explotó la idea. Varias ideas. No puedo llamarlo poema porque no soy poeta, tampoco lo pude escribir en prosa, porque el efecto de las palabras se acomodó así. Empiezo el año pues, hipócritas lectores, disculpándome si no es de su agrado lo que a continuación leerán, es sólo, así de simple, el resultado de una noche de desvelo, de un año embriagado de letras femeninas.
Dicen que estamos de moda
Las mujeres escritoras.
Escritoras que se hacen llamar mujeres.
Mujeres que dieron a luz,
tras un parto de siglos.
Dicen que estamos locas
Enfermas
De vacíos rancios
Que vomitamos
De morado, de naranja
Verde.
Infectadas
Sin cura ni vacuna.
Dicen que somos el nuevo boom
Implotando en aquellos,
insoportables
galardonados
hombres con autoridad,
¿de qué?
Dicen que estamos cansadas
de ser escombro
de convidar a otros
Que escribimos con brillantina
rosa mexicane
Deslumbrante
Incómoda y potente
Que se nos nota
en el pelo y,
en la cara,
la tierra y el polvo
el hambre y el fuego.
Que ardemos, mujeres
Todas
Que hacemos arder,
Todas
Mujeres
Que aventamos piedras y
provocamos olas
Ingobernables
Majestuosas.
Dicen que nuestra sal
de negro la pintamos
en monumentos,
en muros y, a los muros
les salieron hojas.
Atemporales
Briosas
Serpenteantes
Por ellas, las mujeres
Por mí
Todas
Escritoras
Penélope, Lola, Tatiana, Piedad, Liliana, Alma, Olivia, Gabriela, Laura, Mariana, Elisa, Alaíde, Irene, Itzel, Stefany, Fiorella
Levanto la copa
y la pluma.
¡Bienvenido 2024!