La comunidad estudiantil del Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla (ITSZ) se encuentra en pie de guerra debido a un conflicto de larga data que ha dejado a la institución sin dirección y a los estudiantes sin recursos esenciales para su educación.
En medio de este conflicto, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió en la conferencia mañanera en Palacio Nacional, la intervención de la secretaria de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez, para abordar la situación en el Instituto y en su caso, inclusive nombrar un nuevo director.
Desde septiembre, más de 300 estudiantes del ITSZ llevaron a cabo paros de actividades académicas en protesta por la falta de un director, ausencia de liderazgo que los llevó a la paralización de trámites, contrataciones y la adquisición de suministros durante siete meses.
Los laboratorios también carecen de insumos, la Coordinación de Lenguas Extranjeras no tiene suficiente personal, no hay un médico escolar y los documentos esenciales, como los títulos de graduación, están pendientes de firma.
Con la llegada de Miguel Choy López como director del instituto, a finales de septiembre, el problema parece no resolverse de fondo, toda vez que ahora la escuela sufrió despido de trabajadores de confianza y actos de represión para quienes se han inconformado por su designación.
El nuevo director, también ha sido señalado por buscar colocar a sus cercanos en puestos claves del instituto, así como cuenta con observaciones por cerca de 45 millones de pesos que no ha comprobado, según informes de la Auditoría Superior del Estado (ASE).
De acuerdo con los estudiantes inconformes, algunos de los burócratas que intenta colocar en los puestos de trabajo son Ezequiel Alvarado Herrera, inhabilitado en 2017 por más de seis años y Guillermo Alcántara Escobar, quien enfrentó en su momento señalamientos por malversación de fondos y ante el escándalo mediático tuvo que renunciar.
Las acusaciones contra Choy López también fueron dirigidas en el sentido de que aparentemente había incurrido en malos manejos de recursos en la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros y el Tecnológico de Atlixco.
La situación en el ITSZ se había deteriorado incluso desde antes. En febrero de este año, Gustavo Urbano Juárez fue destituido como director en medio de señalamientos por irregularidades financieras como retenciones no acordadas de salario y aguinaldo a trabajadores, así como falta de información al personal.
El papel del despacho Aguilar Solís en este conflicto agregó un toque de intriga, toda vez que en ese momento, los trabajadores argumentaron que este despacho, contratado por la dirección general, proporcionó información sesgada y poco transparente sobre sus retenciones, lo que pudo haber implicado un conflicto de interés.
En octubre del año pasado, los empleados ya habían enfrentado problemas similares cuando les comunicaron que se les dejaría de pagar durante tres meses y se les quitaría la prima de antigüedad. Sin embargo, con una protesta se resolvió el problema.
El instituto ha enfrentado problemas que van más allá de las controversias fiscales, incluyendo una mala gestión que ha llevado al estancamiento en infraestructura, la falta de insumos, la falta de becas para estudiantes y la falta de apoyo a proyectos de investigación y visitas industriales, desde la gestión que encabezó Gustavo Urbano.
Tras la salida de Urbano, la dirección del instituto fue asumida de forma breve por Cuauhtémoc Bravo Armenta, pero carecía de autoridad para tomar decisiones, hasta su fulminante salida, cuando se designó a Miguel Choy como director, lo que conllevó a su despido injustificado.
Las protestas y paros de actividades, tanto de estudiantes como de personal administrativo se han mantenido firmes al exigir la renuncia de Miguel Choy, a pesar de que fue apenas el pasado 15 de septiembre cuando asumió la dirección de la escuela.
Las protestas han provocado paros intermitentes de clases y afectan en su mayoría a los estudiantes, quienes se han congregado en más de una ocasión en el acceso principal del Tecnológico en búsqueda de una solución.
