Esta vez vamos a empezar de arriba hacia abajo en el análisis de la pirámide organizacional, razón por la cual diremos que la característica de la Alta Dirección está contaminada con la actitud No Asertiva Agresiva.
Esta condición se distingue por su alto desprecio hacia los demás, aunque no lo manifieste abiertamente.
La comunicación no verbal o corporal, que dicho sea de paso es la más honesta y transparente, traiciona en muchas ocasiones a este sector al tratar de ocultar ese comportamiento.
Una máscara no dura toda la vida, las cosas fingidas siempre vuelven a su condición natural, diría el viejo Séneca.
Todos usamos diferentes estilos de comunicación en diferentes momentos, pero podemos tener una tendencia a exhibir un estilo más que otro.
El comportamiento No Asertivo Agresivo lastima a otros para evitar ser lastimado.
Algunas de sus formas de comunicación tienen que ver con sentirse en las alturas, desde donde ven hacia abajo, algo muy cercano al superhombre de Nietzsche, y eso los puede dotar de una seguridad sobrada, presumida, vanidosa, infundada y ridícula, si no se tiene la máscara adecuada. “Ser natural es la más difícil de las poses”(Oscar Wilde).
Su comunicación es abierta, habla en voz alta, mira con excesiva fijación a los demás, intimida a otros con expresiones exageradas, se planta con rigidez, se cruza de brazos o invade el espacio personal de otros, trata de controlar al grupo, solo considera los propios sentimientos, sobrevalora las opiniones y sentimientos personales, alcanza metas pero puede perjudicar a otros en el proceso, sin tener en cuenta el aporte, las opiniones y sentimientos de los demás.
Su forma de negociar es: yo gano, tú pierdes.
Maquiavelo da consejos al Príncipe en ese sentido.
Bajando al centro de la pirámide, los Mandos Medios, son Asertivos, en ese sentido, por lo general, piensan en Ganar-Ganar, en el respeto mutuo, en el intercambio de ideas para sumar, multiplicar y provocar Sinergia. “El todo es mayor que la suma de las partes” (Aristóteles).
En este nivel, los Mandos Medios expresan su opinión de manera firme y con seguridad, respetándose a sí mismos, respetando las ideas y los sentimientos de los demás y exigiendo respeto también.
Es la habilidad del individuo para manifestar sus limitaciones, sentimientos, opiniones, deseos y derechos; para dar y recibir alabanzas, hacer peticiones y manejar la crítica.
Se centra en negociar cambios razonables respecto a la manera como ambas partes se conducen en las relaciones interpersonales, a fin de lograr el equilibrio en la interacción social.
La Asertividad de los Mandos Medios en las relaciones sociales tiene como objetivo disminuir las dificultades y conflictos en la Alta Dirección y en los Niveles Operativos.
Esto respalda la necesidad de implementar estrategias para que la Asertividad, como habilidad relacional, sea contemplada como requisito en la formación de los profesionales, ya que aplicada correctamente permite una mayor y más completa consecución de los servicios que se prestan a los clientes internos y externos y, por lo tanto, un mayor reconocimiento profesional y personal.
Puede afirmarse que la Asertividad tiene un valor social en tanto es un conjunto de actitudes y comportamientos que el sujeto desarrolla de forma consciente; es el resultado de la interpretación que hace el sujeto de la utilidad e importancia de sus relaciones interpersonales; es una forma de comportamiento que se da en el marco de la actividad conjunta, por ende, en la sociedad; actúa como regulador interno de la actividad humana (carácter subjetivo) ya que permite evitar los comportamientos negativos o contradictorios y que el intercambio y la socialización se mantengan en extremo favorables; permite las relaciones sociales de consenso, flexibles, democráticas, abiertas, de respeto a los otros, aun cuando haya desacuerdo por alguna de las partes, y se evita el rechazo; condiciona un ambiente colaborativo mediante la auto aceptación y la aceptación de los otros porque mantiene la esencia objetiva, al favorecer la función social.
“Puedo estar en desacuerdo con lo que tú piensas, pero defenderé hasta la muerte tu derecho de expresarlo” (Voltaire).
El Nivel Operativo tiene como aliado el comportamiento No Asertivo Pasivo, el cual se encuentra relacionada con sentimientos de culpabilidad, ansiedad y sobre todo, con baja autoestima.
Las personas pasivas siempre tienen bajo perfil, temor de molestar a las demás, dificultad para afrontar una negativa o un rechazo y sufren de un sentimiento de inferioridad.
El desvalimiento o conducta pasiva, es la conducta contraria a la agresividad.
En lugar de provocar temor mediante una conducta agresiva y amenazas violentas, la persona con un comportamiento desvalido toca la sensibilidad de otras personas, su buena voluntad, simpatía o piedad.
Ciertas personas consideran que por su edad, condición o estatus social deben ser acreedoras de mayor respeto o de que se les brinden atenciones y servicios fuera de lo acostumbrado.
Otras tienen temor de causar molestias y solo solicitan ayuda de forma indirecta. Independientemente del motivo, estas personas en lugar de pedir lo que desean o necesitan, de manera directa y clara, han aprendido a emplear pequeñas y frecuentes llamadas de atención, como “ayúdeme” o “yo no puedo”.
El problema es que esta manera de actuar termina por disminuir o anular la autoestima de estas personas.
Las personas Pasivas utilizan la manipulación pues intentan provocar sentimientos de culpabilidad para forzar a otra a actuar de cierta manera.
Esta manera de manipular puede consistir en acusaciones de egoísmo o en la reclamación de ciertos deberes u obligaciones. Puede reclamar que ella le ayudó en cierta ocasión a otra persona y que, por lo tanto, ésta está en la obligación de ayudarla a su vez.
También son muy afectos a criticar la conducta de otra persona. En estas situaciones, el propósito que se persigue con la crítica es poner a la otra persona a la defensiva, evitando que continúe centrando su atención en la persona que hace la crítica.
Muy pocas veces se trata en realidad de ofrecer un consejo u opinión constructiva.
Existen tres formas distintas que las personas generalmente emplean ante sus dificultades y conflictos con otras, estas son huir, luchar y razonar.
La huida significa escapar de la situación, no afrontarla, evadirla o esconderse. Como consecuencia de esta conducta se produce una sensación de malestar y frustración.
La lucha implica emplear la violencia, sea física, verbal o ambas y provoca sentimientos tales como el rencor y el resentimiento.
Contrario a las anteriores, razonar significa emplear el lenguaje, el sentido común y la capacidad de llegar a acuerdos para resolver situaciones de conflicto. El resultado es bienestar y una autoestima que no se perjudica.
La conducta de huir corresponde al comportamiento Pasivo, luchar, al comportamiento Agresivo y razonar, al comportamiento Asertivo.
La conducta Pasiva va en contra de los propios derechos porque la persona no es capaz de manifestar sus sentimientos y opiniones y permite a la vez, que las demás la pisoteen.
“Cuando digo Sí, queriendo decir No. una parte de mí muere”.
Las personas que emplean el estilo pasivo son No Asertivas y sumisas.
Estas permiten que otras sean rudas con ellas, no expresan sus sentimientos y no permiten que otras conozcan lo que desean.
En contraste con la anterior, las personas que utilizan un estilo Asertivo expresan sus sentimientos, piden lo que quieren y dicen no a lo que no quieren.
Cuando las personas actúan de esta manera, lo hacen en su propio interés.
Reclaman sus derechos legítimos y manifiestan sus ideas de manera abierta.
Además, insisten en que el comportamiento inadecuado se corrija y no permiten ser agredidas o manipuladas.
La asertividad permite establecer relaciones positivas y constructivas.