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jueves, noviembre 21, 2024

Una Navidad Atípica

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Si de por si la Navidad presupone una época de reunión, de júbilo y de festejo, definitivamente ésta será una no muy común: será más bien una Navidad atípica dadas las circunstancias que la rodean, pues el encierro que vivimos, y que nos alejó de nuestros seres queridos, nos da una nueva oportunidad para celebrar y revalorar la vida, pues muchos se nos adelantaron en esta pandemia, víctimas del virus, y muchos otros tienen hoy la dicha de una nueva vida, pues vencieron la enfermedad y eso significa una razón de festejo.

No quiero hablar sobre el origen religioso y sincrético de la celebración, pero definitivamente es el resultado de una mezcla y enriquecimiento, resultado del mestizaje culinario que esta conlleva. No me imagino, por ejemplo, un típico bacalao a la vizcaína sin el jitomate heredado por tierras prehispánicas. ¿O qué sería sin el chancho? O como dicen los españoles: del cerdo, hasta los andares. Haciendo alusión a que del cerdo todo se aprovecha y se come.

Y recuerde que el pescado para que tenga el sabor correcto debe nadar tres veces: en agua, en vino y en aceite de oliva.

Ya en próximas entregas platicaremos de los ingredientes que fueron traídos y llevados de aquí y de allá, y que presuponen un enriquecimiento culinario para todo el mundo.

¿Qué cenará el hipócrita lector?

Pues pavo, pierna al horno, lomo mechado, chipotles rellenos, ensalada de manzana, romeritos, pato, lechón, langosta, foie grass, salmón al champagne, lenguado, bacalao a la vizcaína, pimientos del piquillo rellenos de atún bonito, o unos humildes ayocotes.

¿Y de postre?

Turrón, strudel de manzana, frutas cristalizadas, polvorón sevillano (que de sevillano no tiene nada), alfajores, tarta de peras, pastel de chocolate, trufas, chesse cake…

La lista parecería interminable y enmarcada de tradiciones. Puede ir de lo más básico a lo más fastuoso y exótico. Pero, como reza el cumplido del vino: “el mejor vino no es el más caro, sino el que más le guste a usted”. Eso también aplica a los alimentos.

Los mejores platos serán los que a usted más le gusten y aquéllos que pueda usted disfrutar en compañía de sus seres queridos, pues hasta la mejor comida se echa a perder con una mala compañía o en ausencia de un ser especial.

Su amigo, el Chef Christian, les desea que estas fiestas las disfrute en compañía de sus seres queridos. Bebamos y comamos, que la vida lo vale.

¡Feliz Navidad!

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