El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no defenderá al exgobernador Mario Marín Torres en su proceso judicial por el delito de tortura en contra de la periodista Lydia Cacho Ribeiro, quien seguirá su proceso en prisión domiciliaria en Puebla, al igual que en el caso de Tania N.
Así lo expresó Néstor Camarillo Medina, presidente estatal del PRI, quien remarcó que serán las instancias legales y jurisdiccionales las que lleven este caso, mientras la dirigencia se enfoca en un proceso de renovación.
En conferencia de prensa, el senador electo informó que el partido desconoce las causas del cambio de medidas cautelares que permitieron que Mario Marín continúe su proceso en prisión domiciliaria.
Camarillo sostuvo que, para la actual dirigencia y militancia del PRI, el curso de este caso no merece atención, pues el partido se encuentra en una etapa de renovación.
“El mensaje siempre será el mismo: el PRI no es abogado de nadie (…) Creo que las instancias legales y jurisdiccionales son las que toman las decisiones, no merece un comentario de nosotros o de nuestra parte. Lo único que se merece es que se respete la ley. Desconocemos el proceso y en qué momento se encuentra. Aquí hay un PRI renovado que estamos representando hombres y mujeres con este nuevo presente”, afirmó.
El dirigente priista subrayó que la dirigencia no se enfocará en defender los casos de quienes, con sus malas decisiones y acciones, dañaron la imagen del PRI y lo dejaron desgastado ante la ciudadanía.
Camarillo Medina enfatizó que Mario Marín ya no pertenece al PRI, por lo que descartó cualquier acercamiento futuro con el exmandatario estatal, a quien instó a resolver sus temas legales antes de involucrarse en la política de Puebla.
“Ya no está en el PRI, ya hablamos de un nuevo equipo, de un nuevo rostro, y tendrá que atender, la persona que tú mencionas, sus temas legales primero antes de buscar algún acercamiento”, sostuvo el senador electo.
Durante su campaña, Camarillo rechazó que el PRI tenga alguna responsabilidad respecto a los delitos cometidos por exmilitantes del partido, como en el caso de Tania N., detenida en mayo de este año por su presunta participación en la ejecución de siete personas cuyos cuerpos fueron encontrados en un vehículo abandonado en el Periférico Ecológico.