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miércoles, diciembre 4, 2024

Un fiasco el paro fallido de transportistas: acuden solo algunos choferes con sus unidades

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Un rotundo fracaso fue el saldo de la movilización que pretendían realizar integrantes de la Alianza de Transportistas de Puebla, encabezada por Delfino Reyes Bocardo. No solo no se suspendió el servicio en ninguna ruta de la zona metropolitana, sino que el respaldo a la intentona se redujo a unas decenas de conductores y familiares, así como algunas unidades que dejaron de circular.

Para colmo, el gobierno del estado no necesitó más de una hora para convocar a los inconformes a una mesa de diálogo y liberar las vialidades por donde se realizaría la marcha de los concesionarios.

El secretario de Gobernación estatal, Javier Aquino Limón, reiteró que no habrá ningún incremento a la tarifa debido a que los concesionarios no cumplieron su compromiso de mejorar la calidad del servicio y las unidades.

A decir del funcionario, sólo tres concesionarios reportaron suspensiones parciales, afectando principalmente a usuarios de algunas localidades como Bosques de Santa Anita, quienes expresaron su descontento por la interrupción del servicio.

“A la población, decirles que el servicio está asegurado, habrá mecanismos de atención y no vamos a permitir que haya chantajes, no es la forma, no hemos sido un gobierno de puertas cerradas y tampoco lo va a hacer así el gobierno entrante”, dijo.

En el mismo sentido, el secretario de Movilidad y Transporte, Omar Álvarez Arronte, advirtió que existe una deuda con la sociedad respecto al transporte público, por lo que no habrá incremento a la tarifa.

“No se justifica un incremento; estamos dentro de la media de la megalópolis. Tenemos una gran deuda con los ciudadanos, especialmente en lo que respecta a condiciones para personas con discapacidad. Antes de hablar de tarifas, es necesario revisar y mejorar el servicio”, señaló.

Y como ejemplo, detalló que el 32 por ciento de las unidades son antiguas y se encuentran en malas condiciones, además de que no cuentan con adaptaciones para personas con discapacidad, lo que representa una deficiencia en términos de seguridad, eficiencia y accesibilidad para los usuarios.

Aclaró que Puebla se encuentra dentro de la media de precios del transporte público en el país, además de que las condiciones de las unidades deben ser revisadas conjuntamente por los concesionarios y el gobierno del estado.

De paso, informó que durante 2024 fueron revocadas 39 concesiones y se cancelaron otros 18 permisos de circulación, además de ocho conductores fueron separados tras salir positivos a consumo de narcóticos.

“El transporte público es el 0 por ciento que tiene condiciones para personas con discapacidad, es una gran deuda que tenemos todos los estados de la República, no sólo Puebla; los sistemas de RUTA son los que están adecuados para recibirlos, pero esa deuda la tenemos todos los estados, no hay para que vayan a nivel de piso para poder dar el servicio”, sostuvo.

FRACASA PARO

El paro general convocado por transportistas en Puebla, en demanda de un incremento en las tarifas del transporte público, terminó siendo un esfuerzo limitado con una participación reducida y sin interrupciones significativas en el servicio.

A pesar de los anuncios previos que auguraban un impacto considerable, la protesta se concentró sólo en el Paseo Bravo, dejando a la mayoría de las rutas operando con normalidad.

La mañana de ayer, un grupo de menos de 30 personas se reunió en “El Gallito”, en la intersección de la 11 Sur y avenida Reforma, donde colocaron lonas con mensajes como “Choferes unidos, jamás seremos vencidos” y “Queremos alza en la tarifa”.

Entre los manifestantes se encontraba Delfino Reyes, líder de la movilización, quien reconoció que la convocatoria no tuvo el alcance esperado. Según justificó, muchos concesionarios no participaron debido a la falta de recursos para combustible, lo que supuestamente redujo la capacidad de movilización.

A pesar del llamado al paro, rutas como Loma Bella, CREE-Madero y 27 continuaron operando casi con total normalidad, con una cobertura cercana al 80 por ciento. En zonas periféricas de la ciudad se registraron ligeros retrasos durante las primeras horas, pero el servicio se regularizó antes de las 10 de la mañana, permitiendo a los usuarios continuar sus actividades cotidianas prácticamente sin contratiempos.

La protesta culminó en el Congreso del estado, donde menos de 100 personas se congregaron. Las autoridades, previendo posibles altercados, desplegaron elementos de seguridad y colocaron vallas metálicas para bloquear el acceso a la calle 3 Sur, desde Reforma hasta la 5 Poniente, pero debido a la baja convocatoria, estos esfuerzos terminaron siendo solo precautorios.

Los manifestantes anunciaron su intención de solicitar una reunión con representantes de la Subsecretaría de Transporte. Sin embargo, advirtieron que, en caso de no recibir respuesta favorable, intensificarán sus acciones en los próximos días.

El intento de paro, que había sido promocionado como una medida definitiva para presionar al gobierno de Puebla en sus demandas, terminó diluyéndose entre la rutina de la ciudad. Para la mayoría de los poblanos, el paro pasó casi desapercibido.

Esta no fue la primera ocasión que los transportistas han ejercido presiones para lograr un incremento salarial. En octubre radicalizaron sus protestas a través de Delfino Reyes Bocardo, presidente de la Alianza de Transportistas de Puebla, al presentarse frente a Casa Aguayo para exigir soluciones.

Sin embargo, las peticiones no se han visto reflejadas en el costo-beneficio, toda vez que Reyes Bocardo se pronunció en contra de la transición hacia unidades eléctricas, a pesar de insistir en un incremento de la tarifa del transporte público a 19 pesos.

El líder transportista argumentó que la modernización no es viable debido a los supuestos altos costos de las unidades eléctricas, estimados en 3.4 millones de pesos cada una, más 1.4 millones por el cargador de baterías.

Según el líder, los concesionarios enfrentan una crisis económica que impide tanto la adquisición de nuevas unidades como el mantenimiento de las actuales, de ahí que los autobuses se encuentran descompuesto, con mobiliario deficiente y no cuentan con propuestas para los poblanos en caso de que se les otorgue un aumento en el costo del servicio.

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