Ante la aplastante derrota por el Consejo y Comité Ejecutivo Estatal de Morena, la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco arremetió contra la nueva dirigencia del partido conformada por el grupo político del gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Aunque reconoció estar abierta a sentarse a dialogar con la presidenta electa Olga Lucía Romero Garci Crespo, la expresidenta municipal poblana aseveró que mantendrá actividades al interior del estado para reforzar su estructura política rumbo a la siguiente elección.
“No tenemos por qué pedir permiso para involucrarnos y acomedirnos a generar un bienestar social y colectivo (…) Si una dirigencia no quisiera trabajar, porque también ese puede ser el caso, no es la obligación de las y los militantes de esperar; sin embargo, la disponibilidad está por delante”, declaró la morenista.
Rivera criticó que el Comité Ejecutivo Estatal de Morena esté conformado por un solo grupo político, al que consideró no representa a los fundadores y bases del partido.
No obstante, expuso que tanto ella como el grupo de consejeros que se denominan críticos a la nueva dirigencia, estarán abiertos a dialogar y trabajar para fortalecer la estructura del instituto político.
Pese a ser del grupo político del mandatario poblano, la exalcaldesa de Puebla expresó su apoyo al nuevo comité estatal de Morena, a quien pidió que el llamado para una operación unidad sea verdadero y se trabaje en favor del partido.
“Le deseo el mayor de los éxitos a la nueva dirigencia, es cierto que es favorecida hacia un grupo de pensamiento; sin embargo, todos los demás consejeros y consejeras tienen un pensamiento crítico y vamos a seguir siendo críticos”, externó.
Rivera Vivanco enfatizó que, si bien la selección de consejeros y renovación de dirigentes en el estado ha concluido, el proceso estuvo plagado de irregularidades y quejas de militantes que no lograron ingresar al Consejo Estatal que deberán ser resueltos por los órganos internos del partido y por las autoridades electorales federales.
Insistió en que durante las asambleas distritales se registraron irregularidades como la compra de votos, acarreo de votantes, “embarazo” de urnas y quema de boletas, lo que calificó como una práctica que no es aceptada en Morena, por lo que pidió a los militantes fundadores “reeducar” a los nuevos consejeros.