Suman 8 mil metros cuadrados desprivatizados.
El gobernador Miguel Barbosa advirtió que negociará la recuperación de los inmuebles e incluso enfrentará los litigios que se lleguen a presentar.
Un total de ocho mil metros cuadrados de superficie es lo que ha recuperado el gobierno del estado de Puebla, correspondiente a inmuebles históricos entregados por gobiernos anteriores para explotación de particulares.
Se trata de monumentos, plazuelas y centros como los Lavaderos de Almoloya, espacio recuperado el fin de semana, que resaltan por su valor histórico en la vida de la Puebla colonial, los cuales fueron privatizados de manera irresponsable, señaló el gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Este lunes en su conferencia matutina, el mandatario explicó que, tras una revisión a la legalidad de la propiedad y posesión de dichos inmuebles, se han establecido acuerdos de colaboración y entendimiento con los particulares que los poseían, sin embargo en caso de que alguno sea reclamado mediante litigio el gobierno estatal lo enfrentará.
“Porque la obligación del gobierno es que los mexicanos y mexicanas, poblanas y poblanos, tengan acceso a estos hermosos lugares de gran tradición en materia histórica y con vestigios importantes, de momento vimos cómo se perdieron y desaparecieron de la imagen urbana y se volvieron lugares restringidos, eso hay que corregirlo de manera muy cuidadosa”, dijo.
En ese sentido, indicó que no atentará contra los inversionistas pero se establecerá el límite de la posesión para determinar “qué es lo de ellos y qué es lo de la gente, qué es lo de la sociedad”, añadió.
“Se lo merece Puebla. Vamos a ir identificando muchos lugares, casas que se regalaron a políticos y a periodistas, y que el INAH no dio ningún papelito. Estoy convencido qué es lo que quieren los poblanos, y quien no, es que quiere vivir en los privilegios”, enfatizó Miguel Barbosa.
En ese sentido dijo que su gobierno no negociará ni habrá prebendas para no llevar a cabo la recuperación de los inmuebles que les pertenecen a los poblanos, indicó, incluso se mantienen litigios para recuperar bienes que estaban en poder del Fideicomiso Atlixcáyotl-Quetzacóatl.
“Hicieron barbaridad y media, qué urgencia tenían de vender el patrimonio histórico de Puebla, qué urgencia, qué fluye por sus venas de esa gente, qué secta componían ellos, qué secta”, cuestionó el gobernador.
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