Después de mucho pataleo y amagos de rompimiento, el dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo Medina, aceptó someterse ante la Organización Nacional del Yunque para ungir a Eduardo Rivera Pérez como el candidato del Frente Amplio por Puebla.
El líder del tricolor informó que será este 8 de diciembre cuando el Consejo Político Estatal de su partido apruebe la convocatoria para definir a su candidato a gobernador, que será el antes mencionado.
La sumisión de Néstor Camarillo quedó de manifiesto una vez más, al acudir como invitado a un acto oficial del Ayuntamiento de Puebla, en donde aseveró sobre el respaldo al munícipe: “Vamos muy claros hacia dónde vamos y conscientes de lo que tenemos que hacer”.
Su respuesta ocurrió luego de que el PAN, partido con el que irán en alianza con el Frente Amplio por Puebla, negó cualquier oportunidad para que un perfil priista fuese el abanderado a la gubernatura de Puebla y la presidencia municipal.
POR MALA ACEPTACIÓN
La negativa va de la mano con un hecho: según el análisis efectuado por la Comisión Nacional de Encuestas de Morena, se observó que el partido menos favorecido entre los electores del estado para la gubernatura es el PRI, con un porcentaje de rechazo de 45.4 por ciento de los encuestados. Le sigue el PAN con 15.2 por ciento, mientras que Morena obtiene 7 por ciento, y el PRD registra un nivel de rechazo de 3.2 por ciento.
Aún hasta mediados de noviembre, el líder del PRI evitaba refrendar el apoyo a Eduardo Rivera como candidato de la coalición del Frente, al afirmar que nada estaba decidido en la contienda y que el partido que representa aún no había tomado la decisión de impulsar al edil como el abanderado oficial.
La misma postura se había dado a la postulación de Mario Riestra Piña, a quien reconoció como el mejor perfil para la alcaldía de Puebla por el PAN, pero había evitado respaldar a fin de impulsar a su propio aspirante.
Esta renuencia ocurrió previo a que se concretara el convenio de coalición presentado por las dirigencias nacionales de los partidos políticos del Frente Fuerza y Corazón por México.
En este pacto, donde el PRI ejerció presión para asegurar las posiciones federales más destacadas, se acordó que el partido presentaría candidatos en siete distritos federales y encabezaría la primera fórmula al Senado de la República.
Mientras tanto, el PRD tendría influencia en cuatro posiciones para la Cámara de Diputados, y el PAN se haría cargo de cinco candidaturas, además de la segunda fórmula para la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Esta repartición que privilegió al PRI, fue el costo que tuvo que pagar el PAN para ceder la candidatura a la gubernatura de Puebla a Eduardo Rivera Pérez, quien de inicio dudó sobre postularse para la encomienda y su obligado destape corrió a cargo del dirigente nacional de su partido, Marko Cortés.
NIEGA FUGA DE LEGISLADOR
En medio de este proceso, Néstor Camarillo aseguró que Morena habría buscado a Enrique Rivera, presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, para unirse a sus filas, a lo que respondió en tono celoso: “Si son tan decididos como dicen, ¿por qué buscan a priistas?”.
Camarillo indicó que Morena está intentando atraer a destacados miembros del tricolor, como Enrique Rivera, pero aseguró que se mantendrán firmes en su partido. En respuesta a las acusaciones de posibles deserciones, el líder priista exhortó a los cuadros morenistas a dejar de buscar en el PRI, señalando que no son “plato de segunda mesa”.
Además, negó que Enrique Rivera haya tomado la decisión de abandonar el partido y señaló que no ha cumplido con el requisito de realizar algún curso en el partido obradorista para sumarse al partido.
Los detalles de estas encuestas los puede observar en la siguiente página: https://
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