Sin decirlo abierta o textualmente, Antonio Valente Martínez Fuentes, quien ha sido señalado por las autoridades como presunto líder huachicolero, se erigió como un jugador más del proceso electoral para apuntalar las aspiraciones de su hija Guadalupe Martínez Gerardo, candidata de Pacto Social de Integración a la presidencia municipal de Quecholac. Y lo hizo de la manera que mejor sabe: Lanzando bombas mediáticas para jalar reflectores.
Así anunció la presentación de dos denuncias de hechos contra los periodistas Carlos Loret de Mola, director general de Latinus, y Juan Carlos Valerio, director de noticias de Imagen TV Puebla, por supuestamente transgredir la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, al afirmar que “la señorita Guadalupe Martínez es hija de un delincuente”, a pesar de que es falso al no existir una sentencia que lo confirme.
Citó como ejemplo: “Es el mismo caso que se dio con el periodista que dio la nota (Carlos Loret), quien fue citado ante la FGR y no ese simple hecho él ya se considera un delincuente, él sigue practicando su profesión, por lo que en este caso nos vemos en la necesidad de presentar una denuncia por ese tipo de hecho”.
Para rematar con la advertencia de que “llegará hasta las últimas consecuencias para que (los periodistas) acepten su responsabilidad”.
QUERÍA SER ALCALDE
Las declaraciones de Antonio Martínez ocurrieron en una conferencia de prensa, efectuada en Palmarito Tochapan, en el municipio de Quecholac, sitio en el que a principios de mayo de 2017 un grupo de huachicoleros, comandados por su líder Antonio N, abrió fuego en contra de elementos del Ejército mexicano, lo que provocó una refriega que dejó 10 personas muertas, entre ellas cuatro militares y seis pobladores, así como 12 lesionados (11 uniformados y un policía estatal).
El suceso provocó un escándalo internacional debido a que los huachicoleros hicieron creer que los militares los habían atacado e incluso cometido una ejecución extrajudicial.
Ayer, Antonio Martínez acudió acompañado por su hermano Alejandro Martínez Fuentes, exalcalde de ese lugar y quien fue detenido en 2021 después de ganar su reelección. Meses después, tras la muerte del exgobernador Miguel Barbosa Huerta, fue liberado.
En la rueda de prensa, en la que también estuvo flanqueado por pobladores de Palmarito que ocultaron su rostro con cubrebocas, hizo una férrea defensa de su hija Guadalupe Martínez y su derecho a participar en el proceso electoral, así como de su familia y su propia persona.
“Se debe de respetar la presunción de inocencia, nadie es culpable hasta que no se demuestre lo contrario. No nos vamos a quedar callados y pido respeto a mi señorita Lupita porque es una estudiante con muchos principios”, aseveró visiblemente molesto.
Para agregar: “Si por defender a mi hija me estoy ganando más enemigos no nos interesa, yo soy un agricultor y no soy un alias el nadie, ese sobre apodo (El Toñín) que ustedes me pusieron, no se vale, es injusto”.
Sin embargo, el activismo del sujeto comenzó hace varias semanas, al compartir sus actividades en redes sociales, las cuales arreciaron una vez que se supo que Guadalupe Martínez sería la candidata del PSI por Quecholac y la ligaran con el presunto capo huachicolero que opera en esa zona.
YO NO SOY EL TOÑÍN
En la explicación de “su verdad”, señaló que “su pesadilla” inició en 2017 por una supuesta rivalidad con “politiqueros” de la región, quienes -acusó- buscaron impedirle participar como candidato a la presidencia municipal de Quecholac en las elecciones de 2018.
“No dudo que hayan pagado moches con algunos periodistas y empezaron a ponerle un sobre apodo de El Toñín y empezaron a ponerme un apodo mediáticamente, no me dejaron participar”, refirió.
En ese tenor, se deslindó del sobrenombre al explicar que El Toñín es su primo hermano, quien se llama Antonio Martínez Castillo, e incluso dio a conocer que estuvo preso hace algunos años. “A él sí lo conocen como Toñín”, dijo.
Los hermanos Martínez Fuentes se hicieron acompañar por un grupo de pobladoras de Palmarito Tochapan, quienes se presentaron a la conferencia con cubrebocas para evitar mostrar su rostro, y se apoyaron en un guion para dar las declaraciones a la prensa.
Con el apoyo de una abogada dieron declaraciones a los medios que fueron convocados por Antonio Martínez para desvirtuar las acusaciones que pesan en su contra, así como las de su hermano y su madre, a quien dijo que fue acusada por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Sin embargo, reconoció tener rivales que pudieron haber atentado contra la vida de su hija, Guadalupe Martínez, la candidata del PSI en el municipio de Quecholac, en su visita a Puebla, de ahí que usó una camioneta blindada para su traslado, pero especificó que esta fue prestada.
Además, dio a conocer que sus abogados ya promovieron varios amparos para buscar la protección de la justicia federal para su hija ante cualquier orden de aprehensión en su contra. A pesar de ello, respaldó la solicitud que hizo el senador con licencia Alejandro Armenta Mier para que investiguen a los candidatos vinculados a actividades ilícitas.
“Respaldo lo que haya dicho el señor, el licenciado Alejandro Armenta, está en su derecho es un candidato que yo respeto mucho y pues que sí, que se investigue sin problema. La señorita Guadalupe Martínez Gerardo no tiene problema con nadie, es una señorita limpia no tienen ningún problema con nadie, el que nada debe nada teme”, expresó.
Remató: “Yo sí estoy cansado ya, cansado de que saboteen a mi familia, esto no es un derecho para nosotros como mexicanos cuando nos encargamos de llevar la fiesta en paz y producir la comida, nos deben de aplaudir por producir la comida, pero no lo hacen, nos minimizan.
“Ningún delincuente sale a dar una rueda de prensa, yo estoy gracias a Dios, y voy a estar sacando mi inocencia con pruebas y fundamentos, no estaré dejándome sacar por presuntos politiqueros de aquí de Quecholac”.
