En la ciudad de Puebla, gobernada por el alcalde Eduardo Rivera Pérez, existen dos visiones sobre la seguridad pública. La oficialista, en la que las remisiones de delincuentes al Ministerio Público han incrementado 79.8 por ciento y los operativos han logrado la desarticulación de mafias, y la otra, la realidad tangible, en la que la incidencia delictiva ha crecido 11.9 por ciento en 2022 y cada día en promedio 35 personas son víctimas de robo en sus diferentes modalidades en la ciudad.
Este miércoles, la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), María del Consuelo Cruz Galindo, ofreció una glosa del informe por el primer año de labores del alcalde panista Eduardo Rivera, pero la presentación, más allá de mostrar cifras fidedignas sobre la inseguridad que viven los poblanos cada día, dejó en evidencia una serie de datos maquillados por la dependencia.
La funcionaria aseguró que en lo que va de la administración, el delito de robo a transeúnte ha disminuido 12.5 por ciento, el robo de vehículo 16.7 por ciento, el robo a negocio 33.7, robo a transporte público individual 77.3 por ciento y robo a transporte público colectivo 77.8.
Lo anterior resulta una falacia, toda vez que dichos porcentajes fueron presentados únicamente tomando en cuenta la incidencia delictiva del primer cuadro de la ciudad, medición que no forma parte de los reportes que emite mensualmente el Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública (SENSP); además, nadie conoce la veracidad de las cifras, pues que no existe algún reporte que compruebe esta medición.
Lo que sí existe es el último informe de incidencia delictiva que emitió la Fiscalía General del Estado (FGE), en el que, contrario a lo difundido por la Comuna, el robo a transeúnte incrementó 18 por ciento, el robo de vehículo 0.86, el robo a negocio 19.6, el robo a transporte público individual 6.4 por ciento y en transporte público colectivo 34 por ciento.
A decir de la funcionaria, a lo largo de la administración han remitido a 4 mil 104 posibles delincuentes al Ministerio Público, lo que representa en sus cifras 79.8 por ciento más remisiones en comparación con el año anterior, cuando gobernaba la morenista Claudia Rivera.
Sin embargo, esto no ha impedido que cada dos días en la ciudad de Puebla se cometa en promedio un homicidio doloso, además de que la incidencia de este ilícito creció 47.3 por ciento con Eduardo Rivera al frente del Ayuntamiento durante los primeros nueve meses de este año y suman ya 140 carpetas de investigación con corte a septiembre.
Cruz Galindo aseveró que, en el primer año de la administración panista, desactivaron 105 cédulas delictivas con la captura de 322 personas, lo que representó un incremento de 61 por ciento en relación con 2019.
En dado caso, no hay explicación de por qué la Fiscalía de Puebla reporta un incremento de 6.97 por ciento en los robos cometidos en la Angelópolis, en todas sus modalidades, con 9 mil 632 carpetas de investigación; o bien, por qué las denuncias por narcomenudeo pasaron de 835 a mil 262 en el último año, lo que significa un repunte del 51.14 por ciento.
La Comuna presumió por igual que han actuado en 9 mil 863 operativos en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad Pública del Estado y las policías de nueve municipios aledaños.
Pero omitió mencionar que varios de estos operativos, principalmente realizados en mercados como La Cuchilla y la 46 Poniente, donde se comercializan artículos como autopartes robadas y estupefacientes, son coordinados desde el gobierno estatal y la Fiscalía, ante la omisión del Ayuntamiento de iniciar de oficio intervenciones contra la delincuencia en estos puntos que pertenecen a la jurisdicción del municipio.
La realidad para Cruz Galindo es la de una ciudad en la que todos los delitos de alto impacto han tenido un decremento y el ambulantaje ha sido retirado del primer cuadro de la ciudad mediante 2 mil 988 acciones como operativos, recorridos, atención a quejas y retiros de mercancía.
Pero los números fríos exhiben la verdad: de enero a septiembre de 2022 la incidencia delictiva en la Angelópolis creció 11.92 por ciento, lo que ha provocado que 9 de cada 10 poblanos se sienta inseguro en su entorno, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Además, si bien, el comercio ambulante fue retirado del Centro Histórico, no hubo un reordenamiento de fondo, toda vez que no les ofrecieron espacios para comercializar sus productos y aún existen comerciantes “toreros” que ofrecen artículos como autopartes robadas.
