Mientras Mario Riestra Piña armaba y operaba su estrategia para apoderarse de la candidatura del PRIAN a la alcaldía de Puebla, al seno de su propia familia también se fraguaba la adquisición de cuatro propiedades en las exclusivas zonas de Playa del Carmen, Isla Mujeres y Cancún, con un valor de 12.1 millones de pesos.
Lo sorprendente es que tales predios fueron adquiridos por uno de los familiares del hoy abanderado, su madre Susana Piña Prieto, quien pese a ser la cabeza de las empresas Motor Puebla SA de CV y Unión de Productores Gastronómicos de Puebla, en los registros fiscales no existe constancia de declaraciones ni utilidades, es decir, no se sabe de dónde obtuvo los más de 12 millones que desembolsó para la transacción.
El asunto se torna todavía más turbio debido a que los cuatro terrenos en zonas privilegiados fueron adquiridos, entre 2021 y 2023, a través de Luis Adrián Ibarra Ortega, un corredor inmobiliario en Quintana Roo, quien es ampliamente conocido en Quintana Roo no por su actividad comercial sino porque arrastra un oscuro pasado por sus vínculos con Florián Tudor, alias El Tiburón, líder de la mafia rumana en el paradisiaco estado del Caribe mexicano, actualmente preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, acusado por los delitos de delincuencia organizada, trata de personas, extorsión y tentativa de homicidio agravado.
También se encuentra implicado en el presunto desvío de recursos del Ayuntamiento de Puerto Morelos, en Quintana Roo, que encabezó la alcaldesa Laura Lynn Fernández Piña en el periodo 2016-2021 y que llegó al poder a través de las siglas del Partido Verde. Un caso que destapó jugosos negocios que alcanzaron a cercanos del entonces dirigente nacional de ese partido, Jorge Emilio González Martínez.
El sujeto con el que Susana Piña Prieto obtuvo los terrenos millonarios era socio de Administradora de Playas S de RL de CV, una de las cinco empresas que el Ayuntamiento utilizó para la adquisición de bienes y servicios de los cuales no existen constancias ni registros, según una investigación periodística de El Sol Quintana Roo.
LOS PASOS DE MARIO Y EL MAFIOSO
Mientras en Quintana Roo ya se conocía el escándalo del Partido Verde en Puerto Morelos y apenas estallaba a nivel nacional la trama del jefe de la mafia rumana, en Puebla, Mario Riestra caminaba por las calles del distrito 12 para ser electo como diputado federal, el paso fundamental para orquestar toda la estrategia para después saltar a la presidencia municipal.
Con el triunfo en la bolsa, Riestra Piña llegó a San Lázaro y, en diciembre de 202, su madre Susana Piña comenzó con la adquisición de predios en sitios paradisiacos del Caribe mexicano.
En ese momento, a nivel nacional ya se conocía a detalle no solo la estructura criminal de la mafia rumana que encabezaba Florián Tudor, sino también el modus operandi para hacerse de cuantiosos recursos que utilizaba cursos.
Ibarra Ortega era parte de ese modus operandi, al ser uno de los empresarios que habría apoyado el delito conocido como “blanqueamiento de capitales”.
De acuerdo con un amplio reportaje de la revista Contralínea, que fue publicado un mes antes de la captura de Florián Tudor, “alrededor de 20 empresas, algunas de ellas clasificadas como fantasma por las autoridades fiscales, son (eran) investigadas por autoridades mexicanas por tener alguna supuesta relación con el corporativo delincuencial del rumano Tudor, en donde están involucrados accionistas, prestanombres, socios y notarios”.
“El líder Florián Tudor —asentó la revista de circulación nacional— también tiene nexos con Remberto Estrada Barba, alias Rembi, quien fungió como presidente municipal de Benito Juárez de 2016 a 2018 y también fue diputado federal por PRI-Verde-Alianza; Luis Adrián Ibarra Ortega, accionista en cinco empresas fantasma que supuestamente son utilizadas por la alcaldesa del Partido Verde por Puerto Morelos (2018-2021), Laura Lynn Fernández Piña, para desviar recursos del ayuntamiento, según investigación de la UIF y de la FGR”.
LA COMPRA… SIN INGRESOS
Pese a que esta información estuvo en el ojo del huracán todo el 2021 y fue ampliamente difundida por todas las cadenas de medios de comunicación del país, a finales de ese año Susana Piña Prieto recurrió a Luis Adrián Ibarra Ortega para comprar un primer predio de mil 200 metros cuadrados, en la exclusiva zona de Isla Mujeres, por el que pagó la cantidad de 3.7 millones de pesos, según consta en el número de folio 405922, del Registro Público de la Propiedad (RPP) de Quintana Roo.
La propiedad se ubica en el Lote 1-07, Manzana 79, Supermanzana 248, en Isla Mujeres, cuyos datos se encuentran asentados en el instrumento notarial número 1743, Volumen 13, Tomo “A”, folios 12072 al 12080, de la Notaría Pública número 28 a cargo de Jaun Macari Jorge.
Un año después, justo cuando su hijo Mario Riestra llevaba a cabo una intensa campaña de tierra por el municipio de Puebla para ganar el apoyo de la base panista en su interés por llegar al Ayuntamiento, Susana Piña pagó a Luis Adrián la cantidad de 2.8 millones de pesos, por un terreno de mil 064 metros cuadrados en el municipio de Benito Juárez, mejor conocido como Cancún. Lo anterior se asienta en el folio 423599, del RPP quintanarroense.
Dicha propiedad se ubica en el Lote 1-07, Manzana 51, Supermanzana 107, del municipio de Benito Juárez, Cancún, Quintana Roo. La escritura pública 457 fue expedida por el notario Luis Enrique Fierro Sosa.
El año 2023 fue crucial para todos quienes aspiraban a alguna candidatura dentro del PAN en Puebla. En la capital, Mario Riestra se ubicaba como el cuasi abanderado y así quedó de manifiesto en su segundo informe de labores, efectuado en junio, en el que logró congregar a todos liderazgos panistas, incluidos a aquellos que estaban en medio de una encarnizada pugna como el entonces alcalde Eduardo Rivera Pérez y la diputada federal Genoveva Huerta Villegas.
“El anhelo es claro, darle a Puebla y a México mejores autoridades. El rumbo es evidente haciendo equipo con la ciudadanía con generosidad, y la estrategia también es clara, defender las causas que le duelen a la gente, sus preocupaciones directamente en el territorio, lo demás lo iremos descubriendo conjuntamente, pero habrá Mario Riestra para rato, seguiré trabajando incansablemente en favor de puebla y de los poblanos”, aseveró en su discurso ese día.
Y así fue. En noviembre de 2023, la dirigente estatal del PAN en Puebla, Augusta Díaz de Rivera Hernández, destapó a Riestra Piña como su candidato a la alcaldía capitalina para la elección del año siguiente.
Al interior de la familia Riestra, otro movimiento también se gestaba: la compra de dos predios más en el Caribe mexicano, a través del presunto implicado en la trama criminal del jefe de la mafia rumana. Se trató de los terrenos ubicados en Isla Mujeres, con una extensión de mil metros cuadrados, así como otro en Playa del Carmen, de 899 metros, por lo que se pagó la cantidad de 3.1 millones y 2.5 millones, en los meses de enero y mayo de 2023, respectivamente.
Prueba de tales adquisiciones son los folios 459070 y 71560, ambos del RPP de Quintana Roo, los cuales se hicieron en una sola exhibición.
El primero de ellos se encuentra en Lote 7-03, Manzana 85, Supermanzana 248, Isla Mujeres; y el segundo se ubica en Región 33, lote 001-2, Manzana 20, Playa del Carmen, Quintana Roo. Los datos están asentados en las escrituras número 5808, volumen 33, Tomo C, de la Notaría 93 a cargo de Jorge Julián Pereyra Escudero.
La adquisición de los predios, sin embargo, ofrece muchas sospechas debido a que entre 2021 y 2023, Susana Piña Prieto no reportó ningún tipo de registro de declaraciones anuales ni utilidades fiscales, es decir, que desembolsó 12.1 millones de pesos sin que se conozca el origen de tales recursos.
EL SOCIO VENDEDOR
Las investigaciones periodísticas dan cuenta que, en 2021, cinco empresas de Luis Adrián Ibarra Ortega fueron relacionadas con el cártel que lidera el rumano Florián Tudor, preso en el penal del Altiplano, un grupo delictivo que operaba en el Caribe mexicano, cuya principal actividad es transferir dinero ilícito a Estados Unidos, Países Bajos, Suiza, Bulgaria, Panamá, España, Hungría y Rumania, así como delitos cibernéticos, lavado de dinero, explotación sexual, extorsión, entre otros.
En abril de 2021, un mes antes de su captura por la Fiscalía General de la República (FGR) se dio a conocer una investigación en curso sobre 20 empresas, algunas fantasmas, por supuestos nexos con el cártel del rumano Florián Tudor. De acuerdo con la investigación de Contralínea, el grupo delictivo operaría en 14 estados de la República.
“Es acusado en México de cometer fraudes cibernéticos, blanqueo de capitales, trata de personas (traficar con mujeres para explotación sexual, principalmente rumanas), extorsiones, fraudes y sobornos a funcionarios federales, estatales y municipales, jueces y magistrados, así como a dueños y directivos de medios de comunicación”, señala la publicación.
Informes relacionados con la investigación de la FGR, dan cuenta que el cártel consiguió extender sus actividades delictivas 14 estads del país, entre ellos Puebla. En su lista están Ciudad de México, Jalisco, Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Tamaulipas, Quintana Roo, Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Nayarit y Veracruz.
El rumano opera con una amplia estructura de personas de diferentes nacionales y actividades, de acuerdo con la investigación de las autoridades, en dicha estructura está involucrado Luis Adrián Ibarra Ortega, con quien Suana Prieto hizo las transacciones.
A esta red se sumaron notarios que prestaron sus servicios al rumano para que fueran constituidas sus empresas fantasmas, así como para apropiarse de bienes, incluidos exfuncionarios de los ayuntamientos de Benito Juárez y Puerto Morelos.
Tudor también tiene nexos con Remberto Estrada Barba, alias Rembi, quien fungió como presidente municipal de Benito Juárez de 2016 a 2018 y también fue diputado federal por PRI-Verde-Alianza; Luis Adrián Ibarra Ortega, accionista en cinco empresas fantasma que supuestamente son utilizadas por la alcaldesa del Partido Verde por Puerto Morelos (2018-2021), Laura Lynn Fernández Piña, para desviar recursos del ayuntamiento, según investigación de la UIF y de la FGR, cita la investigación de Contralinea.
UN RUMANO EN LA MAFIA
La organización criminal liderada por Florián Tudor y su colega Cosmin Adrián Nicolae se especializaba en skimming (clonación de tarjetas) en cajeros automáticos. Utilizaban técnicos para diseñar un virus que rompía las barreras de protección del BBVA, permitiendo el retiro de efectivo de los cajeros.
Florián Tudor usaba un esquema que altera transferencias entre bancos para robarles. En 2017, el banco BBVA (Bancomer) denunció el robo de 76.7 millones de pesos mediante la clonación de tarjetas a través de 5 mil 673 retiros de los cajeros, localizados en Quintana Roo, el Valle de México y Yucatán, en donde se retiraba hasta 14 mil pesos, más 81 pesos de comisión por cada disposición.
“Las operaciones habían sido realizadas de forma indebida, el Banco Do Brasil (Banco emisor) denegaba las operaciones, lo cual confirmaba VISA, sin embargo, el Twitch local E-Global avisaba de que las operaciones habían sido aprobadas a BBVA”.
Actualmente Florián Tudor, alias El Tiburón, jefe de la “Mafia Rumana”, se encuentra en el Centro Federal de la Readaptación Social número 1, “Altiplano”, ubicado en el Estado de México, subrayando que el pasado 28 de diciembre de 2023, sus abogados promovieron un amparo contra malos tratos e incomunicación en el penal.
El 15 de abril del año en curso un juez sexto de Distrito de Amparo en Materia Penal, consideró que este caso actualiza una causa de improcedencia, desechando la petición porque no afecta sus derechos como la vida y la libertad.