Una mujer de nacionalidad china fue imputada y enviada a prisión en Francia tras ser entregada por las autoridades españolas, que la detuvieron el pasado 30 de septiembre en Barcelona. La mujer es señalada como la principal sospechosa del robo de casi seis kilos de oro de las colecciones del Museo de Historia Natural de París, un delito que ha causado conmoción en el ámbito cultural francés.
El atraco ocurrió durante la noche del 15 al 16 de septiembre, cuando una persona accedió al museo y sustrajo cerca de seis kilos de oro nativo, entre pepitas y piezas históricas de alto valor científico. Según la Fiscalía de París, el valor del material robado supera 1,5 millones de euros, aunque los expertos advierten que el valor patrimonial y científico es incalculable.
Entre las piezas desaparecidas se encontraban muestras únicas provenientes de Bolivia, California, los Urales rusos y Australia, algunas con más de dos siglos de antigüedad y donadas por gobiernos extranjeros o exploradores del siglo XIX.
El robo fue ejecutado con gran precisión técnica. Los investigadores encontraron puertas cortadas con herramientas eléctricas y vitrinas abiertas con soplete, lo que apunta a un modus operandi profesional. Las cámaras de seguridad captaron movimientos sospechosos, aunque la autora logró escapar antes de que las alarmas fueran activadas.
La sospechosa fue localizada por la policía española en Barcelona, donde intentaba vender parte del botín. En su poder se halló casi un kilogramo de oro fundido, lo que refuerza la hipótesis de que había iniciado el proceso de reventa y blanqueo del metal.
Tras su detención, las autoridades españolas aprobaron su extradición a Francia, donde fue presentada ante un juez de instrucción y puesta en prisión preventiva acusada de robo en banda organizada y asociación delictiva.
La Fiscalía francesa no descarta la participación de otros cómplices y mantiene abiertas varias líneas de investigación que incluyen la posible conexión con redes internacionales de tráfico de patrimonio cultural.
El Museo de Historia Natural —uno de los más importantes del mundo en su tipo— ha reforzado sus medidas de seguridad tras el incidente, que se suma a otros robos recientes en instituciones francesas. La dirección del museo lamentó “una pérdida irreparable para la ciencia y la historia”, al recordar que las piezas sustraídas eran “testimonios únicos del origen geológico del planeta”.
El Ministerio de Cultura de Francia calificó el caso como “un ataque al patrimonio científico y a la memoria colectiva”, y anunció una revisión general de los protocolos de seguridad en los museos nacionales.
Fuentes judiciales indicaron que la imputada podría enfrentar hasta 15 años de prisión si se confirma su participación directa en el robo. Mientras tanto, la policía continúa rastreando el paradero de las restantes piezas de oro, que podrían haber sido vendidas o fundidas tras el robo.