En los cimientos de la sede legislativa se encuentran una serie de trabes, soportes y poleas que sostienen un edificio histórico con más de 100 años de historia y que evita que se convierta en solo escombros.
En medio de la polarización por el proceso electoral, la oposición ha utilizado como una de sus banderas políticas la construcción de la nueva sede del Congreso del estado, la cual han acusado de innecesaria por tratarse de una obra “costosa” y que no tendría necesidad, por la funcionalidad del edificio instalado en el Centro Histórico de Puebla.
Sin embargo, en sus bases —sustentadas por dictámenes técnicos de Protección Civil del estado— los soportes que sostienen, desde septiembre de 2017, las bases de esa edificación evidencian la necesidad de trasladar los trabajos legislativos a una nueva casa.
Quien decidió tomar este tema como una bandera política para su campaña fue José Juan Espinosa Torres, quien llamó al cambio de edificio del Congreso de Puebla como “una estrategia” debido a que, desde su consideración se trata de una movida entre particulares.
El candidato a diputado federal del distrito 11 indicó que una vez que desocupen el recinto legislativo, será “perdido” en un supuesto litigio, el cual surgió desde la administración interina de Guillermo Pacheco Pulido.
“No tiene daños estructurales, lo que se tiene es una estrategia que cuando desocupen el Congreso se diga que el gobierno de Puebla perdió la propiedad en un litigio que en el gobierno interino de Guillermo Pacheco (…) Ese es el verdadero objetivo de sacar a los diputados de un edificio histórico que ha funcionado muy bien desde 1905 y que no tiene daño estructural alguno”, externó.
No obstante, los detalles que la oposición omite respecto de las condiciones que guarda el inmueble que alberga al Congreso del estado son varias, derivadas de los daños ocasionados por los sismos de septiembre de 2017, los cuales provocaron que se mantenga una serie de soportes para las bases.
La secretaria general del Congreso del estado, Fernanda Godos Balderas, informó que como parte de los dictámenes presentados por las diferentes instituciones de arquitectura y colegios de ingenieros la recomendación directa fue el traslado de la institución a una sede que no ponga en peligro su integridad física.
El área de Servicios Generales del Poder Legislativo da constante mantenimiento a puntos estratégicos de los soportes principales de la construcción como las vigas principales, las cuales, además de presentar daños por su deterioro natural tienen afectaciones por filtración de humedad y corrosión a causa de termitas.
Otra de las áreas que se encuentra apuntalada se ubica en el estacionamiento, área que fue reforzada por soportes y vigas de madera por recomendación de la facultad de ingeniería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y el Colegio de Ingenieros del Estado, tras los sismos de septiembre de 2017, lo que ha mantenido clausurada esa zona.
El peligro dentro de estas instalaciones se vive todos los días para los cerca de 250 trabajadores que se encuentran laborando diariamente en el edificio, sin tomar en cuenta los días en los que se encuentran trabajando los diputados locales, los medios de comunicación, elementos de seguridad privada, personal de limpieza.
“Se estaría rebasando la capacidad de gente en 300 por ciento, ese dato que te acabo de dar es de la estructura de nómina, es de asesores, sin tomar en cuenta al público en general que todos los días se presentan”, dijo Godos Balderas.
Asimismo, detalló que la torre administrativa de la sede legislativa se encuentra dañada desde el lado estructural de la construcción, lo que afecta de manera principal el Salón de Plenos donde se desarrollan las sesiones ordinarias del pleno, pues se tiene limitado el acceso a los asistentes, abogados, medios de información e invitados en general a la zona de galerías para evitar algún daño mayor a la estructura que pueda generar una situación de peligro.
Las áreas de las direcciones legislativas y jurídicas del Congreso local se encuentran apuntaladas con soportes de madera y reducidas en cuanto al espacio óptimo para el trabajo de los empleados debido a que deben guardar los archivos en esas mismas áreas, limitando la movilidad de las personas que laboran en el recinto.
“Si bien reúne las condiciones de seguridad para los trabajadores, pues trabajamos en condiciones de hacinamiento, la verdad es que todo el personal sí se encuentra desempeñando sus labores, pero si existe mucho esta condición”, comentó la secretaria general del Congreso.