En la Alameda Central aún se escuchaban los gritos de “¡Es un honor estar con Obrador!”, mientras se organizaban los contingentes para salir hacia la plancha del zócalo capitalino para presenciar la entrega del Bastón de Mando de los pueblos indígenas a Claudia Sheinbaum.
Un ritual que representa ceder el kratos del pueblo a la primera mujer en ocupar la Presidencia de la República en 200 años de la historia de México, lo cual provocó gritos, llanto y exaltación entre el pueblo mexicano que Andrés Manuel dejó en manos de la morenista.
Las calles aledañas al primer cuadro de la plaza de la Constitución lucieron abarrotadas desde temprana hora, grupos de simpatizantes de la 4T preparaban sus banderas, tótems, lonas y ensayaban porras para lanzarlas al llegar a la plancha.
Los tradicionales chalecos y gorras guindas fueron la vestimenta más socorrida, aunque los asistentes se diferenciaban entre sí porque en sus ropas traían bordados los nombres de sus organizaciones o estados de la República.
Por supuesto que para quienes olvidaron en casa su vestimenta, podían encontrarse en el camino con puestos montados sobre las banquetas donde se vendían playeras, tazas, llaveros, peluches, gorras, y los emblemáticos chalecos guindas.
Así desfilaron con sus lonas y carteles con los nombres de los estados de Puebla, Oaxaca, Veracruz, Hidalgo y de otros más lejanos como Chiapas, Tabasco, Tamaulipas y Coahuila para ver a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Mientras la gente avanzaba por calles como Madero, Donceles, Tacuba, 5 de Mayo, 16 de Septiembre, 20 de Noviembre y Venustiano Carranza, Claudia Sheinbaum se dirigía en un modesto vehículo hacia el recinto legislativo de San Lázaro donde rendiría protesta.
Cumpliendo con el riguroso protocolo de la transición del Poder Ejecutivo, se llevó a cabo la sesión solemne del Congreso General en la Cámara de Diputados en la que Claudia Sheinbaum recibió de manos Ifigenia Martínez la Banda Presidencial, en un significativo acto entre dos mujeres fundadoras del movimiento que inició Andrés Manuel López Obrador.
Las imágenes de inmediato dieron la vuelta al mundo, pues es la primera mujer presidenta en gobernar México, en un continente dominado por el patriarcado y en donde su sucesor deja el poder como un importante líder social de izquierda.
El protocolo legislativo se cumplió tal cual lo marca la Constitución, fue también el último acto encabezado por López Obrador, que fue recibido en el recinto de San Lázaro como un mesías, generando aglomeraciones, ya que la mayoría de las diputadas y diputados buscaban tomarse una foto con su líder, antes de retirarse a su rancho en Palenque, Chiapas.
Las comitivas que recibieron y despidieron a Claudia Sheinbaum estaban integradas en su mayoría por mujeres, no por ser una moda, sino en un acto de justicia y porque lo denunció la propia mandataria: durante muchos años las mujeres fueron anuladas, y hoy “llegamos todas”.
Tras abandonar la Cámara de Diputados, Sheinbaum Pardo llegó a Palacio Nacional investida ya como presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Con su esposo tomándole la mano, ingresó caminando por el acceso principal.
La mandataria llegó en su automóvil hasta la puerta de honor de Palacio Nacional alrededor de las 13:00 horas para iniciar una salutación con los jefes de Estado que asistieron a este importante acto.
Claudia Sheinbaum realizó un saludo militar a la Bandera de México y el personal militar le presentó armas, como uno de los primeros actos que encabeza ya como presidenta de la nación y jefa de las Fuerzas Armadas.
En el despacho presidencial saludó de manera individual a los jefes de Estado representantes de países como Cuba, Honduras, Estados Unidos, Uruguay, entre otras decenas más.
El patio de honor de la sede del Ejecutivo federal, fue el escenario donde la mandataria tomó la protesta a su gabinete legal y se llevó a cabo la toma de la fotografía oficial de la administración 2024-2030.
A las 15:00 horas, Claudia Sheinbaum ofreció un almuerzo con los invitados internacionales en el Salón Tesorería, en donde López Obrador llevaba a cabo sus tradicionales conferencias mañaneras.
A las 17:00 horas la titular del Ejecutivo federal salió de Palacio para encabezar la ceremonia de entrega del Bastón de Mando de los pueblos y comunidades indígenas de México y dirigió un mensaje a la multitud reunida en la plancha del zócalo.
Previamente, para hacer menos cansada la espera, se llevó a cabo un programa con actividades artísticas para deleitar a quienes desde temprana hora se dieron cita para presenciar el primer mensaje de la primera mujer presidenta del país.
Ahí, varias personas esperaban ansiosas y hasta nostálgicas por el momento histórico que presenciaron, como doña Paulina Méndez, quien viajó 22 horas desde Nava, Coahuila, para presenciar la asunción de Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México, pero rompió en llanto cuando recuerda que tiene que despedirse de Andrés Manuel López Obrador.
