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jueves, noviembre 21, 2024

Congreso local reconocerá a mariachi poblano de Nueva York

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|Exilio.mx 

Por su impulso a las tradiciones y la custodia del patrimonio cultural del estado, el Congreso de Puebla entregará este lunes 10 de abril, a las 12:00 horas, un reconocimiento al Mariachi Tapatío de Álvaro Paulino, El Mejor Mariachi de Nueva York, de origen poblano y el que cumple 40 años de existencia, con varias condecoraciones y éxitos en la Unión Americana. 

La agrupación, que en los festejos de la comunidad migrante en la Gran Manzana es presentado como “el mejor mariachi del mundo”, por el cónsul general de México en aquella ciudad, Jorge Islas López, tiene también un conservatorio que se dedica a la enseñanza de la música tradicional mexicana a los paisanos y sus hijos. 

El Mariachi Tapatío de Álvaro Paulino fue oficialmente fundado en 1983, pero tiene tras de sí una historia centenaria, que encuentra su cuna en La Magdalena Axocopan, junta auxiliar del municipio de Atlixco. 

En 1973, salió de esa comunidad un joven Álvaro Paulino, para buscarse la vida en Estados Unidos. La pobreza de su tierra fue acicate para emigrar y tomar, al principio, trabajos de lavaplatos y otros, para ganarse la vida. 

Hoy, el mariachi lo dirige su hijo, Álvaro Paulino Junior, quien es la quinta generación de la dinastía de músicos poblanos que, de manera individual y colectiva, han realizado colaboraciones con artistas como Luis Miguel, en sus giras internacionales, y Los Tigres del Norte, en sus presentaciones en México y Estados Unidos. 

El Mariachi Tapatío de Álvaro Paulino, El Mejor Mariachi de Nueva York, ha acompañado en estas cuatro décadas las celebraciones de los paisanos en la zona triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, en donde se estima que hay 960 mil poblanos de origen. 

Según, el Consulado General de México en Nueva York los ha reconocido como su mariachi oficial y participa en las celebraciones oficiales, así como en los festejos guadalupanos que año con año ocurren en la Catedral de San Patricio, en honor a la Virgen de Guadalupe. 

El reconocimiento lo recibirán este lunes a las 12:00 horas, los fundadores Álvaro Paulino, Rosa Paulino y el director Álvaro Paulino Junior. 

Lo otorga la Comisión de Migración y Asuntos Internacionales de la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Puebla, que preside la diputada Laura Zapata Martínez. 

Para este homenaje fue decisiva la gestión de la legisladora María Ruth Zárate Domínguez, del presidente de la Comisión Junta de Gobierno y Coordinación Política, Eduardo Castillo López, así como de los otros integrantes de la Comisión de Migración: Aurora Sierra Rodríguez, Guadalupe Leal Rodríguez, Édgar Garmendia de los Santos, Jaime Natale Uranga y Mariano Hernández Reyes. 


LA RUTA DE ÁLVARO PADRE

La travesía que hace casi medio siglo emprendió Álvaro padre, de Axocopan a Estados Unidos, la hizo con una visa prestada, para llegar primero al Estado asociado estadounidense de Puerto Rico y, de ahí, saltar a la Unión Americana sin problemas. 

Irónicamente, ya en los años en que trabajaba en la Gran Manzana en el mantenimiento de condominios, en una de sus contrataciones como mariachi -labor que alternaba-, conoció en Connecticut a la puertorriqueña Rosa, hoy de apellido Paulino, su esposa, quien vendía golosinas en uno de los teatros que se presentó. 

“Viajaba tres cuatro horas para verla cada fin de semana y así fue como se casaron”, cuenta su hijo. 

Álvaro Jr. y su hermana Isaura tienen sangre mexicana y puertorriqueña, dos naciones muy festivas y musicales. 

Desde las palabras, la historia de éxito del Mariachi Tapatío de Álvaro Paulino parece sencilla, pero implicó mucho esfuerzo. 

Su padre debió sobreponerse a hábitos que obstaculizaban la disciplina que demanda este trabajo, cuando se ve como esa “tradición sagrada”. 

Muchas ocasiones, los fines de semana, debió apenas dormir una siesta, entre su trabajo como mariachi y su turno como trabajador de mantenimiento de condominios de las zonas habitacionales ricas de Nueva York. 

Hoy, está jubilado de esa labor y puede dedicarse de lleno a la música. 

Durante la pandemia, Álvaro padre resultó positivo a COVID-19, pero afortunadamente logró superar la enfermedad, para seguir cantando al amor, la esperanza y la nostalgia en Nueva York. 

ÁLVARO JR. Y SU ESCUELA

Desde la pubertad, entre los 12 y 13 años de edad, como un juego, Álvaro Jr. se acercó al mundo del mariachi, contagiado del amor de su padre por la música. 

Hoy domina todos los instrumentos y tiene una propia escuela para preparar a las nuevas generaciones de mariachis, la que ha llamado New York City Mariachi Conservatory, en honor al Benemérito Conservatorio de Música del Estado de Puebla. 

La fundación de esta academia fue por la natural necesidad de tantos alumnos que tenía, ya que muchos padres, que lo veían en sus presentaciones, les solicitaban instruir a sus hijos. 

Álvaro Jr. también realizó estudios de música clásica, con una maestra, paradójicamente, de nacionalidad rusa. 

La conveniencia de la enseñanza formal la vio su padre e intentó que estudiara con los músicos de mariachis de renombre internacional, como el Vargas de Tecalitlán, a quienes conocía. 

Se planteó que regresara a México a estudiar, donde Álvaro Jr. ha venido muchas veces a visitar a su familia, pero la respuesta de sus amigos músicos profesionales fue contundente: “que estudie en Nueva York, ahí están los mejores músicos del mundo”. Y así fue. 

Álvaro Jr. ha tocado con músicos de la talla del fallecido Juan Gabriel, por ejemplo, y hoy se dedica de lleno al mariachi y a su Conservatorio. 

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