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miércoles, noviembre 27, 2024

Compra de votos, nepotismo, abuso de autoridad… el negro expediente de la compañera de fórmula del candidato del Yunque

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Rocío Sánchez de la Vega, la propuesta de Felipe Velázquez para secretaria general del PAN en su candidatura a la dirigencia estatal, carga a cuestas un largo historial de denuncias por presunto proselitismo político, nepotismo, tráfico de personas y abuso de autoridad, acusaciones que han sido ignoradas por años, al grado que en 2021 llegó a la regiduría poblana impulsada por el exalcalde Eduardo Rivera Pérez.

En 2012, como delegada del Instituto Nacional de Migración (INM) en Puebla, Rocío Sánchez fue señalada por presunta intervención indebida en el proceso interno del PAN para apoyar la candidatura de Ernesto Cordero a la Presidencia de la República.

Un video, difundido entonces, reveló que la funcionaria incentivaba económicamente a militantes para asegurar votos a favor del precandidato.

En la grabación, Sánchez de la Vega instruía a los simpatizantes a cumplir con una cuota mínima de votantes, bajo la promesa de un pago por cada sufragio logrado, además de un bono para quienes movilizaran a más de 30 personas.

Estas acciones fueron denunciadas ante la Comisión Nacional de Elecciones del PAN por el equipo de Josefina Vázquez Mota, quien también buscaba la candidatura presidencial.

Adicionalmente, se presentó una queja ante la Contraloría estatal por el presunto uso de recursos públicos para favorecer a Cordero, lo que incluyó invitaciones telefónicas a eventos del aspirante y la realización de encuestas con personal portando logotipos gubernamentales.

El escándalo escaló a tal grado que, el INM de entonces tuvo que salir al quite, al lanzar un comunicado en el que se deslindaban de la situación, pero en una velada defensa de la exfuncionaria, aseguraron que los actos proselitistas estaban permitidos fuera del horario laboral.

Los actos de mapacheo fueron denunciados en su momento por el portal e-consulta, donde se informó que Rocía Sánchez de la Vega enfrentaba otras denuncias: una por presunto tráfico de personas, que quedó registrada bajo la averiguación AP/PGR/PUE/PUE/III/1328/2011 y una por abuso de autoridad, promovida por el fotógrafo Irineo Mújica Arzate, quien denunció haber sido detenido y agredido por agentes migratorios mientras documentaba el tráfico de migrantes.

Una denuncia más, expuesta por el mencionado medio de comunicación, fue interpuesta luego de que el INM reportó la desaparición de un ciudadano colombiano y otros centroamericanos bajo su gestión.

Además, se presentó una queja ante la Presidencia de la República por presuntas irregularidades administrativas, toda vez que se le acusó de contratar servicios a empresas vinculadas con su pareja sentimental y otorgar un puesto en el INM de Teziutlán a la madre de su novio, con un salario mensual de 17 mil pesos.

La madre, además, estuvo simultáneamente a cargo de una estancia infantil de Sedesol en la misma localidad, lo que también se señaló como irregular.

“Según esta queja, la delegada Rocío Sánchez de la Vega estaría pagando a José Sánchez Aguilar el servicio de lavandería de colchonetas de la estación migratoria, y habría contratado con un sueldo de 17 mil pesos mensuales a la señora Juana Aguilar Hernández, madre de su novio, para hacerse cargo de las oficinas del INM en Teziutlán”, denunció el periodista Rodolfo Ruiz en una columna en 2011.

Por otro lado, en 2019, La Jornada de Oriente reveló otras acusaciones que implicaban a Rocío Sánchez de la Vega en un polémico intento por influir en el proceso de renovación del Comité Directivo municipal del PAN.

Según el medio, Sánchez de la Vega buscó el apoyo de líderes panistas asegurando que la Secretaría General de Gobierno, entonces dirigida por Fernando Manzanilla, controlaba las decisiones del partido a nivel municipal.

Además, habría ofrecido la inclusión en una nómina financiada con recursos estatales para aquellos militantes que respaldaran su candidatura a la dirigencia local.

El escándalo también vinculó a Francisco Ramos Montaño, subsecretario de Desarrollo Político de la SGG, y a la exregidora Silvia Argüello, quienes supuestamente coordinaban estas maniobras, situación que resultó en una simulación.

A pesar del cúmulo de denuncias, en 2021, Eduardo Rivera incluyó en su planilla a Rocío Sánchez de la Vega como regidora, quien se mantuvo en el cargo durante tres años, tomando su posición con un bajo perfil.

Este domingo, finalmente fue anunciada como la propuesta de secretaria General del PAN junto a Felipe Velázquez, exsecretario de Desarrollo Urbano municipal y uno de los principales alfiles de Eduardo Rivera.

Su ascenso se dio en medio de críticas contra la planilla, toda vez que diversos panistas como Rafael Micalco, Edmundo Tlatehui y Mónica Rodríguez Della Vecchia, acusaron a la dirigencia de Augusta Díaz de Rivera por intentar imponer a Felipe Velázquez como líder del partido, impulsado además por Eduardo Rivera Pérez.

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