Blanca Esmeralda Gallardo era una mujer que había sufrido desde hace un año lo que otras mil 890 familias en 2021: la desaparición de un familiar en la entidad poblana. Su hija tiene el nombre de Betzabé Alvarado y desde 2021 inició una búsqueda implacable para dar con su paradero.
Pero para ambas, el reencuentro será imposible. Blanca Gallardo fue asesinada la madrugada de este martes con hasta 10 impactos de bala en la colonia Villa Frontera, luego de que dos sujetos la interceptaron a bordo de una camioneta.
Alrededor de las 4:45 de la madrugada, los sujetos atacaron a Blanca Esmeralda cuando salía de su casa y esperaba el transporte de personal sobre la lateral de la autopista México–Puebla, en las inmediaciones de la unidad habitacional Villa Frontera.
La situación fue que, días atrás, Blanca Esmeralda Gallardo había señalado a un narcovendedor de la zona por ser el posible responsable de la desaparición de su familiar, lo que abrió la posibilidad de que el homicidio hubiera tenido como objetivo callar las voces que darían con los presuntos responsables.
Sin embargo, para el gobierno de Puebla, presidido por Miguel Barbosa Huerta, el feminicidio no quedará impune, toda vez que se comprometieron a encauzar todas las acciones para que el caso no quede impune.
“El gobernador @MBarbosaMX lamenta y condena el asesinato de la señora Esmeralda Gallardo, ocurrido en la colonia Villa Frontera; advierte que el gobierno estatal y las instancias correspondientes esclarecerán este crimen y se aplicará la ley contra el o los responsables”, detalló el gobierno de Puebla vía twitter.
La situación no era para menos. Blanca Esmeralda Gallardo era integrante del Colectivo Voz de los Desaparecidos de Puebla, agrupación que ha perseguido la aplicación de la justicia por los cientos de personas que no han regresado a casa con sus familiares.
En una entrevista publicada por e-consulta, Blanca Gallardo, tras la desaparición de su hija, expresó que Betzabé Alvarado era una mujer que solía comunicarse con regularidad, por lo que tras cinco horas de estar incomunicada, las sospechas se levantaron.
El 13 de enero de 2021, Betzabé, de 22 años de edad, abordaba una motocicleta en compañía de su amiga Fabiola con destino a la Central de Abasto, pero fue la última vez que alguien supo de su paradero.
“Mi hija a cada ratito me marcaba, ya habían pasado 5 horas y no me había hecho ninguna llamada, cuando ella no tenía saldo o pila me marcaba de algún otro número telefónico”, narró Blanca Gallardo.
Tras levantar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, Blanca Gallardo acudió al municipio de Tenancingo, Tlaxcala —cuna de la trata de personas—, para buscar a su hija y pegar la ficha de desaparición; sin embargo, un hombre le apuntó con un arma y le pidió que se fuera del lugar.
La búsqueda se extendió durante varios meses en antros y bares de Puebla, además de mercados como el Unión, con la esperanza de encontrar indicios de su consanguínea ante la posibilidad de que hubiera sido víctima de trata de personas.
En su cuenta de facebook, Blanca Gallardo solía compartir fichas de búsqueda e imágenes de otras víctimas que por igual habían desaparecido en la entidad poblana y en estados colindantes.
El 13 de septiembre, Blanca escribió una de sus últimas publicaciones y colocó lo siguiente:
“Hoy hace otro mes más que mi hija me la arrebataron, la alejaron de su hija, de su hermano y de mí, desde ahí no he sabido cómo he tenido que caminar descalza entre tanta espina, solo le pido a Dios me dé fuerzas porque yo sola ya no puedo. Me duele el alma, me duele ver cada lágrima de mi pequeña y de mi hijo y vivir con incertidumbre de qué es de mi hija, de saber si mi niña come, si está bien. Bet Alvarado, hija, mamá te sigue buscando. Mamá te ama más que a su propia vida”.
En un comunicado, el colectivo Voz de los Desaparecidos exigió al gobierno de Puebla y a la Fiscalía del estado garantizar la seguridad a las personas que buscan a un ser querido, así como el esclarecimiento del feminicidio.