La anomalía fue advertida desde octubre del año pasado: Más de 2 mil vehículos del corralón, dispuestos para vender en forma de chatarra, habían desaparecido de la nada sin ninguna explicación clara, pero a un año de distancia, la Auditoría Superior del Estado (ASE), confirmó las sospechas, al detectar irregularidades por 28 millones 635 mil 062 pesos, derivado de este contrato.
La cifra de mayor impacto, por 5.1 millones de pesos de daño patrimonial, se deriva de la falta de un contrato de compra-venta que sustente los ingresos obtenidos por la venta de autos considerados chatarra, pues el Ayuntamiento, aún a cargo de Eduardo Rivera Pérez, no proporcionó la documentación necesaria que justificara el ingreso por esta operación, incumpliendo así con las disposiciones de la Ley de Hacienda Municipal del Estado de Puebla.
Otra inconsistencia significativa se refiere a la misma subasta, llevada a cabo el 7 de julio de 2022, mediante la Licitación Nacional SECATI-SP-001/2022, por un monto de 23.2 millones de pesos que la Comuna debe aclarar, toda vez que el municipio no presentó la información técnica y administrativa correspondiente, como la verificación física de los vehículos a subastar, acreditación de los participantes, apertura de posturas y la comunicación del fallo.
El informe apunta que no se proporcionaron los detalles sobre el número total de vehículos vendidos como chatarra, lo que generó una diferencia entre los ingresos registrados y el monto de la subasta.
Adicionalmente, la ASE presumió un daño patrimonial adicional de 250 mil pesos relacionados con la contratación de un perito, cuyo objetivo era garantizar la legalidad e imparcialidad en la venta de vehículos abandonados.
Sin embargo, el contrato firmado el 6 de junio de 2022 no detalló adecuadamente los bienes o servicios proporcionados y no se acreditaron los entregables ni los pagos efectuados al proveedor. Además, las imágenes fotográficas remitidas en el proceso de auditoría no permitieron identificar con precisión la totalidad de los vehículos en cuestión.
En respuesta a las observaciones preliminares, el Ayuntamiento de Adán Domínguez presentó un avalúo pericial, el cual resultó ser distinto al inicialmente proporcionado durante la auditoría, lo que añadió otra irregularidad al proceso.
Aun con estos señalamientos, el gobierno de Adán Domínguez Sánchez se alista para una nueva subasta en la que pretenden recaudar 6.9 millones de pesos antes de dejar la administración y que en esta ocasión no solo incluirá la venta de 700 autos chatarra, sino también equipo de oficina considerado obsoleto.
OBSERVACIONES POR 28.6 MDP
En un primer pliego de observaciones, la Auditoría de Puebla detectó un daño patrimonial correspondiente a los 5 millones 172 mil 413 pesos, así como otros 23 millones 212 mil 649 pesos de los que no pudieron acreditar su correcto uso, por lo que se llamó a solventar este recurso de la Cuenta Pública 2022 tras la venta de más de 5 mil 602 vehículos chatarra.
De acuerdo con la revisión, se encontró que los ingresos por la venta de estos automóviles, sólo reflejó un saldo de 6 millones 067 mil 416 pesos. Sin embargo, la convocatoria establecía que la subasta debía cubrir un pago mínimo de 23 millones 212 mil 649 pesos por la enajenación de los vehículos.
Esta discrepancia entre el monto estipulado en la subasta y los ingresos registrados suscitó interrogantes sobre la transparencia del proceso, particularmente debido a la falta de documentación comprobatoria que respaldara el ingreso total esperado, pues aun cuando se presentaron comprobantes de pago electrónicos y pólizas contables por la cantidad de 6 millones de pesos, no se proporcionaron detalles claros sobre la cantidad de vehículos incluidos en la transacción ni sobre los pagos pendientes.
El análisis de la auditoría reveló además que la Comuna no presentó el contrato de compra-venta correspondiente, lo cual dificultó verificar si los 5 mil 602 vehículos mencionados efectivamente fueron vendidos. Asimismo, se omitió documentación crucial, como la verificación física de los automóviles a subastar, la junta de aclaraciones, el proceso de evaluación técnica y la comunicación del fallo.
Según el avalúo levantado un mes antes de la subasta, el lote de vehículos se encontraba en condiciones poco favorables para una evaluación precisa, ya que los automóviles estaban amontonados y prensados entre sí, lo que impidió hacer una revisión de manera unitaria.
Además del primer Pliego de Observaciones, la ASE emitió uno más, que contempla un daño patrimonial de 250 mil pesos por la contratación de un perito que vigilaría la correcta venta de los vehículos chatarra.
La Auditoría poblana determinó que el dictamen que eximía al contrato de la licitación pública no estaba adecuadamente fundamentado, no se proporcionaron estudios de mercado ni se detallaron fechas y ubicaciones para la prestación de este servicio.
Por otro lado, en los documentos presentados por el proveedor, se mencionó una base de datos en Excel que supuestamente contenía información de la Dirección de Control de Tránsito, sin embargo, esta no fue presentada junto con las fotografías necesarias para validar la evaluación vehicular.
VAN POR OTRA SUBASTA
Pese a las irregularidades detectadas por la ASE, el Ayuntamiento de Puebla alista una nueva subasta de vehículos antes de dejar la administración. Se trata de 689 vehículos chatarra de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), además de otros bienes como 8 mil 212 muebles de oficina, 15 mil 915 artículos de cómputo y electrónicos, 294 postes y 120 mil 380 kilos de residuos inservibles, que serán vendidos en breve.
El proceso, que está a cargo de la Secretaría de Administración, fue aprobado en sesión de Cabildo en agosto pasado y la Comuna busca recaudar alrededor de 7 millones de pesos, que supuestamente, serían integrados al presupuesto que se dejará a la próxima administración de Pepe Chedraui.
