A menos de tres meses desde que Cecilia Anaya Berrios aceptó asumir la rectoría de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), la comunidad estudiantil y los docentes iniciaron una andanada de críticas hacia su gestión por un cúmulo de despidos injustificados.
El movimiento #YoSoyUdlap, utilizado como ariete por la familia Jenkins de Landa para atacar al gobierno del estado, se volteó contra la rectora al exigir que sea informado el motivo de la ola de despidos de profesores que han servido a la institución cholulteca por varios años.
“Tras los despidos a profesorxs de la @UDLAP: exigimos transparencia, comunicación clara y rendición de cuentas ante esta decisión. No toleraremos el despido injustificado de profesores y condenamos la incertidumbre que su falta de comunicación crea en la comunidad universitaria”, colocó el movimiento #YoSoyUdlap en su cuenta de Twitter.
La comunidad de la UDLAP sostuvo que “no se luchó durante 8 meses para esto”, luego de que durante ese tiempo la rectora y sus alfiles se montaron en el movimiento para iniciar una defensa hacia la familia Jenkins de Landa, aún prófugos de la justicia tras órdenes de aprehensión giradas en su contra por el desfalco de 720 millones de dólares a la Fundación Mary Street Jenkins.
En su cuenta de Twitter, el profesor Miguel Ángel Méndez Rojas, uno de los más férreos defensores del movimiento Udlap, también publicó este 25 de mayo que varios de sus colegas dejaron de trabajar para la institución a pesar de haber defendido la causa de la rectora.
Hasta el momento, ha trascendido que los docentes despedidos no fueron avisados previamente, algunos contaban con doctorado y eran miembros del Sistema Nacional de Investigadores, pero hasta el momento ni la UDLAP o la rectora han emitido un pronunciamiento al respecto.