De entrada, necesitarán a un compadre presidente municipal de alguna zona marginada. El personaje es clave porque será el responsable de convencer a los representantes de núcleos, fundos o comunidades agrarias para que firmen, a cambio de una módica dádiva, el documento que lo acredite como indígena 100 por ciento originario de ese lugar, un indígena de cepa pura, descendiente directo de la raza de bronce y, si usted lo quiere, de algún tlatoani. También incluirá en el documento que se presentará ante la autoridá electoral que es usted un prócer de la comunidad: gestiona obras, resuelve conflictos y hasta capacita a los pobladores en derechos humanos para que la modernidá llegue hasta sus puertas. No importa si usted ni siquiera es conocido o nunca ha pisado la comunidad, para eso tiene a su compadre que lo ayudará a conseguir casa y demás requisitos para que la farsa sea medianamente creíble. Con su documento bajo el brazo podrá acudir sin problema ante la autoridá a sabiendas que no lo investigarán porque no sólo no tienen personal suficiente, sino porque tampoco les importa mucho eso de defender a los grupos vulnerables. Y sí alguien pretende hacerlo sentir mal, recuérdeles que hay quienes se hacen pasar por transgénero o dicen auto percibirse como una mujer, un no binario, un gay, un travesti, etcétera, para que tengan derecho a su candidatura. La importancia del compadre también resulta estratégica en caso de que por alguna razón lo cachen en la farsa, ya que será su hombre fuerte, el garante para presionar a las autoridades que firmaron el escrito y no se echen para atrás. En otras palabras: Será el responsable de hacer efectivo que la dádiva entregada surta su efecto. Si las cosas llegaran a complicarse todavía más, recuerde que para eso existen los padrinos. Consígase uno que goce de la peor fama que pueda haber. Entre más rufián, corrupto y pendenciero, mejor. Ese padrino le ayudará a salvar su pellejo, pero a cambio deberá ofrecerle cuanto negocio esté disponible y mocharse con el dinero que pueda obtener de la venta de candidaturas. Sí, amigo, el negocio deberá compartirlo, pero anímese porque eso le generará dividendos muy buenos en caso de que sea sorprendido en alguna irregularidad que merezca cárcel. Puede, a lo mejor, ser exhibido en plena venta de candidaturas, con audios y toda la cosa, pero su padrino lo defenderá a capa y espada porque más que su amigo es su cómplice. El padrino no lo dejará caer porque sabe que puede cantar y eso no le conviene a nadie. Le decíamos que entre más rufián sea su protector mucho mejor, pues eso será útil en caso de que las cosas se tornen color de hormiga. El padrino, por ejemplo, podrá ejercer su influencia en los órganos que conocerán su caso para obligarlos a que fallen a su favor. Obviamente tendrá que mocharse con otra lana adicional, pero descuide, los años de jauja que se avecinan pagaran eso y más. Sobre todo, no debe olvidar que en nuestro país a nadie le importa un carajo investigar las cosas a fondo, que los grupos vulnerables son eso, vulnerables y así pueden seguir. Por último y no menos importante, está la parte personal. Despreocúpese del qué dirán. En el fondo le tienen envidia de que usted vivirá a costillas del erario por años. Por eso siempre lo más sano será aplicar el consabido: “a chillidos de marrano…”
jueves, septiembre 19, 2024
