Un problema ligado con el impago de una deuda de 600 mil pesos a la Comisión Federal de Electricidad, que produjo el corte de energía para la operación de pozos en Huejotzingo, derivó en el primer choque entre el actual edil Roberto Solís Valles y la exalcaldesa Angelica Alvarado Juárez. Todo comenzó con las insistentes quejas de pobladores sobre el desabasto del líquido la semana pasada. El problema arreció y el presidente municipal informó en sus redes sociales que convocó al Consejo Administrativo del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado para analizar la forma en que la gestión iba “entrar al rescate financiero”. Y agregó: “Esto significaría pagar 600,000 que se adeudan a la CFE para poder abastecer de luz las oficinas y los pozos. Todo esto será posible a las buenas noticias que nos dio hoy la Secretaría de Finanzas al decirnos que hay solvencia económica en Huejotzingo”. Para hacer válido el “rescate”, el Cabildo de ese municipio aprobó el pago, pero en la sesión extraordinaria se reveló que también iniciaran negociaciones con “la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con la que tiene una deuda de millón de pesos por descargas, y un pasivo de 7 millones de pesos que se arrastra de administraciones pasadas”. Ese término “administraciones pasadas” hizo que Angelica Alvarado levantara las cejas y de inmediato se lanzara a ofrecer cuantas entrevistas pudiera para advertir que si el suministro de agua había sido suspendido era porque el adeudo correspondía a la actual administración. “Yo dejé finanzas sanas”, fue la versión de la ahora diputada local e intentó justificar el impago de la siguiente forma: “Como tal yo no regresé al cargo desde el momento en el que me fui a campaña, platicando con la expresidenta suplente y con el exdirector del Sistema Operador, ellos comentan que el recibo de luz llegó posterior a esa fecha, ya no entró dentro de lo que correspondía a la administración”. La declaración ofrecida a El Sol de Puebla, deja más dudas que certezas debido a que tanto la alcaldesa suplente Jenni Seynos Texcucano como el exdirector del Sistema Operador debieron advertir en el acta de entrega-recepción que había un pago pendiente del que se desconocía el monto. En todo caso, resulta sospechoso que Angelica Alvarado estuviera tan preocupada en fijar su postura cuando ella ni siquiera era presidenta municipal. ¿Será que no quería que su protegida fuera tundida por esa situación? ¿Será que le preocupó que la vieran como la villana de la película? Lo que podemos decir es, como dijeran los abogados, a confesión de partes…