Pese a toda la mala leche que quisieron regar, Carlos Palafox Galeana fue ungido como magistrado del Poder Judicial por una amplia mayoría en el Congreso del estado. Las interpretaciones simplistas de una falsa inelegibilidad terminaron por caerse por su propio peso. ¿Por qué si había una violación legal en su nombramiento ningún diputado local, como el impresentable de Rafael Micalco Méndez o la extraviada Mónica Rodríguez Della Vecchia anunciaron alguna acción jurídica? ¿Si tan seguros estaban por qué no proceder conforme a la ley? Esto dejó al descubierto, una vez más, la doble moral panista. Como la discusión seria y sustentada la tienen perdida, prefieren recurrir a la mentira. Para ello, hicieron uso de un nuevo sicario periodístico que vino a cubrir el espacio que dejó el otro sicario periodístico que está en Tepexi de Rodríguez. Carlos Palafox llega legitimado legal y políticamente a un cargo de extrema responsabilidad. Será, sin duda, uno de los principales responsables de materializar la reforma al Poder Judicial que será votada esta semana. El ahora exconsejero jurídico se perfila como presidente del nuevo Consejo de la Judicatura, pero también tiene la encomienda de cabildear, organizar y consensar los cambios que darán a esta institución un rostro inédito y vanguardista. Quieran o no los odiadores del barbosismo, la reforma propuesta por el gobernador Miguel Barbosa Huerta es un parteaguas en la historia de Puebla. Es la modificación necesaria y urgente que nadie se atrevió a hacer por complicidad, interés mezquino o miedo. Contrario a lo que afirman los ultraderechistas, no hay imposición ni invasión al Poder Judicial. Nos extraña que diciendo que son politólogos no entiendan sobre el equilibrio de poderes ni las medidas necesarias que solo muy pocos pueden poner en marcha por la cantidad de intereses políticos y económicos que se afectarán. Puede que suene muy sencillo, pero la reforma está pensada en el ciudadano. Comprender este impacto está lejos del entendimiento de muchos en el círculo rojo que están acostumbrados a dar por hecho que todo es igual y debe seguir igual. A todos ellos, nuestro más sincero pésame porque están muertos (políticamente hablando) sin saberlo.
EL FACTOR ZALDÍVAR
La reelección de Jesús Zaldívar Benavides al frente de la presidencia del Comité Directivo Municipal del PAN en Puebla agregó un elemento adicional rumbo a 2024: el panismo capitalino tiene dirigente y ya demostró que es capaz de generar y construir equilibrios. El panista arrasó en la contienda interna y si bien no fue planilla única, en los hechos prácticamente fungió como si lo fuera ya que está conformada con la representación de todos los grupos que coexisten al interior de ese partido en el municipio. Lomismo hay integrantes de la Organización Nacional del Yunque que los del grupo de Genoveva Huerta Villegas —quienes tuvieron juego libre—, familias custodias y militantes de cepa, aquellos que están lejos del lucro político, pero son los primeros en respaldar a su partido en una contienda o ante cualquier llamado. Para lograr los resultados que obtuvo, Zaldívar tuvo que recorrer de arriba abajo la capital poblana. Afrontar una campaña como si hubiera un escenario de alta competitividad, le permitió ir casa por casa, colonia por colonia y las juntas auxiliares. El encuentro que tuvo con la militancia le refrendó las buenas condiciones en que se encuentra el partido rumbo a 2024. Con una salvedad: Si no hay quien los aglutine, no habrá futuro.
