El estilo personal de gobernar de Claudia Sheinbaum Pardo se hizo evidente ayer durante el Encuentro Nacional Municipal, es decir, en romper los colores partidistas para ir en busca del tercer nivel de gobierno más olvidado: El Municipio. Es con esas autoridades, además de los gobiernos de los estados, como se pueden conseguir resultados más eficaces en un país plagado de contrastes y desigualdades. Reconocer la importancia de las autoridades municipales, sus marginales condiciones de desempeño, adversidades e inequidad con que se desempeñan solo puede lograrlo quien lo entiende. Por eso no es gratuita la frase lanzada por la presidenta de México: “Que sepan que la presidenta, a lo mejor no puede llegar a todos los municipios del país, pero que estamos presentes; no se me olvida lo que es ser presidenta municipal, que sabemos lo que es ser alcaldesa, que sabemos lo que viven y que son parte de este gobierno de nuestro país que está transformando para bien nuestro México”. Solo quien ha sido presidente municipal puede entender a este nivel de gobierno, el más complejo y difícil porque es la primera autoridad que la ciudadanía tiene para sus demandas. En el municipio se concentran, además, reclamos que no le pertenecen a esa área de gobierno, pero que debe recibir porque los pobladores no entienden de división de poderes o gobiernos, ellos solo quieren resultados, que el problema sea resuelto. En el encuentro encabezado por Sheinbaum Pardo hubo alcaldes de todos los partidos políticos que gobiernan en los 2 mil 476 municipios del país y el llamado fue a que hagan equipo, a que supieran que hay fondos, bolsas y proyectos a los que pueden acceder, además de que todos están incluidos. Esa es la otra esencia del Segundo Piso de la Cuarta Transformación, un gobierno del pueblo y para el pueblo… sin distingos partidistas. En estos poco más de 100 días, Claudia Sheinbaum ha dejado de manifiesto que va a trabajar de la mano de todos los sectores. Ahí está en Plan México, el Plan Nacional Hídrico, la consulta del Plan Nacional de Desarrollo, pero también las multitudinarias reuniones en plazas públicas para informar al pueblo lo que hace su gobierno. No es fácil gobernar e incluir a todos, sobre todo aquellos que son tus adversarios ideológicos. Claudia Sheinbaum demostró que el rostro de la izquierda mexicana es otro, sin radicalismos, sin excentricidades o excesos, pero firme, decidido y con basto conocimiento lo que se quiere y cómo conseguirlo. Es la nueva izquierda mexicana.
viernes, enero 17, 2025
