Vaya problema en el que se encuentra involucrado el Club Puebla de La Franja ante la detención de un presunto depredador sexual que se hacía pasar como reclutador de fuerzas básicas del equipo camotero y representante de la Unicef. La Fiscalía General del Estado recibió cuatro denuncias penales y el sujeto fue vinculado a proceso. Los hechos, de acuerdo con las investigaciones, ocurrieron en residencias de las que no se sabe cómo operan a ciencia cierta. Algunos aseguran que son subrogadas a particulares por “alguien” en el club y allí llegan a vivir menores de edad que sueñan con una carrera futbolística. Esos jóvenes pagan 2 mil 300 pesos mensuales por formar parte de la red de jóvenes promesas, pero el dinero es depositado a una cuenta bancaria que no pertenece a la directiva camotera. En medio del escándalo, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina fijó una postura contundente: proceder legalmente hasta donde tope. En otras palabras: No habrá impunidad para nadie. En este contexto, nuestro amigo y colaborador de esta casa editorial, José Hanan, el periodista mejor informado sobre la escuadra poblana, reveló que Ricardo Zayas, director General Club Puebla, comenzó con la Operación Silencio, la cual consiste en llamar a todos los reporteros deportivos para exigirles que dejen de abordar el tema en sus diferentes espacios y aprovecha para descalificar el trabajo de Pepe Hanan y otros más que han sido puntuales en la denuncia del terrible caso. Lo peor es que la directiva pensé que todo quedaría olvidado al publicar un comunicado en el que se deslindan del presunto depredador, pero la avalancha de datos ha generado todo tipo de sospechas. En lugar de mandar a callar periodistas, los directivos del Puebla deberían asumir las cosas con responsabilidad e iniciar una exhaustiva investigación interna, coadyuven con las autoridades y se solidaricen con los padres y víctimas de este terrible caso.
A CHILLIDOS DE MARRANO…
El PRD estatal, supuestamente dirigido por Carlos Martínez Amador, no deja de dar pena ajena. Resulta que con la reactivación de la coalición Sí por México a nivel nacional, en Puebla ya comenzaron los movimientos para analizar los posibles escenarios y la competitividad de cada partido político. Es por eso que en el sol azteca están preocupado de que darse sin nada. Hablando en plata, como dicen los abuelos, el PRD se convirtió en un auténtico cadáver viviente que si todavía emite exhalaciones es porque desde la Ciudad de México les han instruido no perder la franquicia porque se pierde la oportunidad de hacer negocios con la venta de candidatura y las prerrogativas. En Puebla no hay nada qué hacer para el PRD. Bueno, hasta el PAN lo considera como una carga. Es ese contexto como debe entender la más reciente declaración de Martínez Amador: “Por eso precisamente estamos haciendo este llamado, es precisamente a lo que nos referimos porque si empezamos con una repartición de ese tipo, ya lo vivimos en el 2018, en dónde se impusieron a candidatos (…) Se tiene que abrir un proceso y el candidato tiene que ser el mejor y el que aglutine a todos los partidos”. Traducción: Aunque sea échennos un huesito.
