Dice el dicho que mal empieza la semana quien es ahorcado el lunes y eso justo le acaba de pasar a Eduardo Rivera Pérez con la renuncia de Francisco Fraile García a sus más de 40 años de militancia en el PAN. Usted, hipócrita lector, podrá argumentar que el político, también conocido como El Pastor, nunca se refirió al exedil en su mensaje de ruptura. Y sí, tiene razón, pero detrás de esa decisión se encuentra el sectarismo que padeció a manos del grupo de Rivera Pérez y que le cerraron, una y otra vez, la posibilidad de hacer política partidista. Lo maltrataron y ningunearon, para ser precisos. De lo contrario, no se entiende cómo es que el exalcalde prefirió hacer a un lado a su mentor y responsable de abrirle las puertas en el PAN e impulsar a Ana Teresa Aranda Orozco a pesar de que unos años antes había renunciado al partido y hasta jugado las contras siendo candidata a la gubernatura por la vía ciudadana. ¿Acaso no hubo nadie en el partido que tuviera la prudencia de llamar a Fraile y convencerlo de no irse? La renuncia debe entenderse en el marco de la nueva sucesión de la dirigencia estatal del PAN que todavía no comienza y ya está sumida en una crisis por la decisión de Rivera Pérez de imponer a su velador Adán Domínguez Sánchez en el cargo. Fraile, al igual que muchos panistas, saben que en Acción Nacional solo hay cabida para un solo grupo y una corriente. El resto es prescindible. Al salirse, Fraile ha dado un golpe mortal a la credibilidad de Eduardo Rivera y de quien imponga en la presidencia estatal.
NADIA NAVARRO Y EL FUTURO DEL PSI
Tras el fallecimiento de Carlos Navarro Corro, dirigente estatal de Pacto Social de Integración, la senadora Nadia Navarro Acevedo será quien tome las riendas de dicho partido estatal. El problema es que la hija del hoy occiso tiene un problema legal: no puede ser dirigente de un instituto político y militar en otro. Nos explicamos. Nadia Navarro llegó a la senaduría por la vía del PAN, a través del principio de primera minoría, a partir de una fructífera negociación que padre e hija hicieran con Rafael Moreno Valle Rosas. A la muerte del exgobernador, PSI decidió no postular candidato y se reservó hasta 2021, cuando nuevamente ratificó su alianza con el PRIAN y enfundarse en su papel de oposición, aunque en realidad siempre fue un partido roba votos a favor de Acción Nacional. Para 2024, Carlos Navarro pretendía darle un giro a su partido y coaligarse con Morena, pero pesó más la opinión de Nadia Navarro debido a que veía la oportunidad de quedarse con la candidatura al gobierno del estado, en caso de que se aplicara la paridad de género. Al final, eso no ocurrió y Nadia fue incluso menospreciada por el dirigente nacional Marko Cortés Mendoza. Fue ahí cuando entró Eduardo Rivera Pérez a su rescate e hizo una negociación en la que el PRI le cediera la candidatura plurinominal. Para eso, se necesitaba que Nadia se inscribiera al expartidazo e incluso se cambiara de bancada en el Senado. Para septiembre, la hija de Carlos Navarro rendirá protesta como diputada federal del PRI. ¿Cómo podrá dirigir al PSI si es militante de otro partido?