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jueves, noviembre 21, 2024

El reto de Pepe Chedraui

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José Chedraui Budib arriba al Ayuntamiento de Puebla en las condiciones en que ningún alcalde quiere recibir la ciudad: sumida en el caos. Para hacer frente a esta situación se necesita una visión técnica más que política. Primero deberá tener claridad sobre las condiciones financieras en que se encuentran las arcas municipales, si es que no existen más deudas ocultas o si la quiebra técnica es más grave de lo que los panistas reconocieron públicamente. A partir de ese diagnóstico tendrá que tomar decisiones que lo ayuden a poner en orden la parte administrativa y financiera, lo que implica no solo actuar penalmente contra los responsables del cochinero sino principalmente definir la ruta a seguir para garantizar la atención de servicios públicos, el trabajo operativo y sanear la vida interna de la Comuna. El trabajo es sumamente complejo y para eso, insistimos, se necesitan perfiles técnicos que den orden y congruencia, además de que ayuden a Pepe Chedraui a definir la hoja de ruta para, entonces sí, echar a andar la maquinaria que cambie el rostro de la ciudad. Esta es la principal razón por la que su gabinete municipal está conformado con personas experimentadas en la administración pública. A pesar del boquete financiero de 680 millones de pesos que le hereda la administración del par de bribones Eduardo Rivera Pérez y Adán Domínguez Sánchez, la ciudad no para, lo mismo que las demandas ciudadanas y la exigencia de servicios. Tampoco se detiene la inseguridad o la actividad de los rapaces líderes de vendedores ambulantes. Aunque el panorama en que recibe el municipio es bastante oscuro, Pepe Chedraui también tendrá una oportunidad de oro para demostrar que es capaz de hacer frente al reto. La ciudad queda en tal nivel de caos que darle rumbo, certeza y atender las demandas servirá para que los ciudadanos tengan un contraste sobre la eficiencia de sus gobiernos que redituaría el doble de respaldo entre la población que está urgida de una buena gestión capitalina. Allí queda, además, la cobarde práctica de ambos exalcaldes buenos para nada que evadieron en todo momento su responsabilidad para hacer frente al crimen y la delincuencia. Lo que sí hicieron muy bien fue echar la policía a los ciudadanos, en lugar que combatir a los malosos. Bueno, hasta una ejecución extrajudicial ocurrió, además de la violación a una joven a cambio de que no la multaran ni mandaran su motocicleta al corralón. Hacer frente a la inseguridad es de alta prioridad y allí el nuevo alcalde también podría anotarse un doble triunfo si es que lo hace de manera eficiente. En general, la ciudad demanda un gobierno de resultados y para eso más que una visión política se necesita una apuesta ciudadana, empática, sensible, responsable y alejada de partidos políticos. El desastroso gobierno de Rivera y Domínguez, contrario a lo que se podría pensar, es una oportunidad para corregir las cosas. No cabe la impunidad, por lo que Pepe Chedraui está obligado a llevar hasta sus últimas consecuencias el castigo por las trapacerías que encuentre. Pero no puede escudarse en echarle la culpa a sus antecesores. Está llamado a dar resultados y primero es lo técnico antes que lo político.

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