¡Desesperación! Esa es la palabra que define al Yunque burocrático, que encabeza Eduardo Rivera Pérez, a unos días de la elección del nuevo Comité Directivo Estatal del PAN. El último corte de la tendencia de votación reporta una ventaja de 14 consejeros a favor de la dupla integrada por Mario Riestra Piña y Genoveva Huerta Villegas. Esa es la razón por la que Felipillo Velázquez Gutiérrez y Eduardo Rivera Pérez hayan desplegado una ofensiva de último momento. Por un lado, sembraron entre varios columnistas la especie de que la moneda está en el aire o que no hay nada para nadie al interior del Consejo Estatal. En otras palabras, que la contienda está sumamente cerrada y será un final de fotografía. Esa versión es más falsa que una moneda de 35 pesos, pero es justamente el argumento que requiere Lalito Fraudes y su candidato pues decidieron abrir la chequera y lanzar cañonazos de 80 mil pesos para recuperar todos los votos que se puedan. Uno de los principales responsables de esa operación es el magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Raymundo Israel Mancilla Amaro, célebre por haber sido uno de los principales mapaches del morenovallismo y que fue sorprendido en plena operación dentro del laboratorio del fraude de 2018, instalado en el hotel MM. El togado decidió, muy convenientemente, olvidar que Puebla es territorio 4T, desenfundó su traje azul y se metió de lleno a la elección interna del PAN. Con lista en mano, tomó su teléfono celular y comenzó a llamar a los consejeros estatales del PAN para presionarlos y/o obligarlos a que voten a favor de Felipillo Velázquez. El mensaje, nos dicen, es “no se equivoquen”, no hay nada para nadie todavía en la elección y es mejor que acepten el regalito que anda distribuyendo José Sánchez, el otro implicado en la operación. Con la bolsa de morlacos bajo el brazo, el exsecretario particular de Eduardo Rivera y exesposo de la candidata a la secretaría general del CDE, Rocío Sánchez de la Vega, José Sánchez es la versión yunquista del maletero. Sus pasos han sido registrados por los municipios de Tepeaca, Tecali de Herrera y Tehuacán, sitios en donde el Yunque no tiene ningún respaldo o lo perdieron a raíz de las torpezas de Rivera Pérez. Hay casos, como es el último municipio, que figuras como Rene Lezama han difundido abiertamente su respaldo hacia la dupla Riestra-Huerta. Así pues, don Maletas o don Bolsas de Estraza anda muy orondo en busca de consejeros estatales panistas para que sumen a la causa de Felipillo, previa advertencia del magistrado Mancilla. Rocío Sánchez, José Sánchez e Israel Mancilla son viejos conocidos, todos formados en el seno del morenovallismo, en donde aprendieron la máxima del exgobernador Rafael Moreno Valle: Todo puesto es barato si se puede comprar con dinero. Y ya se vio que lo bien aprendido nunca se olvida. Pero lo que la operación Cañonazo Azul devela de cuerpo completo la desesperación y preocupación de Eduardo Rivera y los suyos porque están a punto de perder el último resquicio de poder que les queda. En el CEN, ya se vio que el exedil tiene el peso de un político mini mosca, y aquí en Puebla ya nadie lo quiere. Lo sorprendente es que el magistrado Mancilla decidiera involucrarse en una batalla perdida. ¿Acaso es más importante que garantizar su continuidad en el Poder Judicial? ¿Ah poco pidió permiso para andarle jugando al policía malo? ¿En el epicentro de la 4T se sabrá de estos movimientos?