Algo grave debió haber ocurrido en el Congreso del estado para que el Periódico Oficial del Estado publicara un texto diferente al que se aprobó en el pleno. Se trata del caso de la Ley de Ingresos del Ayuntamiento de San Pedro Cholula, gobernado por Tonantzin Fernández Díaz. Resulta que la alcaldesa propuso, con la complicidad de su Cabildo, incorporar el cobro del refrendo de uso de suelo para los permisos de operación de todos los negocios en ese municipio. Ya se imaginará que, a través de esa pequeña, pero sustancial cláusula, el gobierno municipal pensaba hacerse de más recursos a costillas de los contribuyentes. Para beneficio de los empresarios y comerciantes cholultecas, en el Congreso del estado decidieron frenar la intentona, a pesar de que Tonantzin daba por hecho que la Ley de Ingresos se iría tal y como la envío. Así pues, en la sesión pública un grupo de diputados locales respaldaron la propuesta de la verde ecologista María de la Barrera para incluir la modificación. El debate fue ganado y al final se aprobó por mayoría. Pero cuál sería la sorpresa que la misma legisladora reveló ayer que la Ley de Ingresos de San Pedro Cholula que envió el área jurídica del Congreso para su publicación en el periódico oficial era una distinta, es decir, incluye el cobro del refrendo. En la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal el tema generó una serie de reclamos de las diferentes fracciones. Incluso, Guadalupe Vargas, también de la bancada del Verde y presidenta de la comisión, exigió por escrito una explicación de lo sucedido e informó que ya se investiga quién o quiénes fueron los responsables. El asunto no es menor porque de mantenerse la situación los únicos afectados serán los cholultecas. La duda mata: ¿A qué se debe que Tonantzin mejor decidiera guardar silencio? Lo que es un hecho es que alguien debe dar una explicación en el área jurídica del Congreso local, mientras que la presidenta cholulteca deberá explicar cómo está eso de que primero el pueblo, pero en su ley de ingresos nomás no se vela por los intereses de los generadores de empleos. (Por cierto, urge que su operador de medios se ponga a trabajar).