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jueves, noviembre 21, 2024

El enojo en el PAN por la propaganda

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La dirigente estatal del PAN, Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández, se convirtió en el principal agente del caos al interior de su partido. En todos los lugares en los que ha hecho valer su investidura, los resultados que ha ofrecido son problemas y más problemas. Ahí está el caso de Atlixco, otrora bastión del panismo, en donde se decantó por Benjamín Minutti como el abanderado de la dupla PAN-PRD a la alcaldía. El problema es que el sujeto fue una mera imposición y eso eclosionó a los diferentes grupos, incluido los priistas, al grado de que el candidato terminó por liarse a golpes con el presidente del Comité Directivo Municipal panista, Cristian Romero, lo que derivó en la renuncia del segundo y una serie de acusaciones por las legendarias adicciones de Minutti, las cuales, según Augusta Valentina, ya no tiene porque está “limpio”. Pero ese es solo un caso. Hay otro conflicto todavía más grave que involucra prácticamente a los candidatos a presidentes municipales y a diputados locales. Resulta que a 20 días de que comenzó el periodo de campañas, el CDE del PAN apenas comenzó con la repartición de propaganda a sus abanderados y la que ha entregado tiene sus sorpresas: Es institucional del partido o es propaganda compartida, es decir, el candidato a la alcaldía o diputación aparece junto con Eduardo Rivera Pérez. Como usted entenderá, las quejas aparecieron a raudales por esta chicanada partidista y porque todo también fue producto de una imposición. Augusta Valentina decidió por sus faldas no entregar apoyos económicos a los candidatos para sufragar los gastos de promoción sino productos en especie, pero nunca les dijo en qué condiciones serían los materiales que recibirían. Hay casos en el interior del estado en que los abanderados están muy enojados porque la ciudadanía ni siquiera conoce al candidato a la gubernatura y a fuerza deben compartir su publicidad. Están atados de manos y lo que es peor: ahora resulta que los candidatos municipales y locales deben potenciar la campaña de Rivera Pérez, cuando debería ser al revés. Al conocerse la estafa del CDE a los candidatos, más de uno puso sobre la mesa una enérgica demanda para que el partido les rinda cuentas sobre la inversión realizada, porque no entienden cómo la dirigencia del partido gastó los 11 millones de pesos que les correspondían para su propaganda. ¿Será que alguien hizo pasar los gastos de propaganda de Eduardo Rivera a través de los números de apoyos entregados a los candidatos a alcaldes y diputados, lo que supondría que ya habrían rasurado la bolsa disponible? ¿Será que Augusta se está desquitando de que no la incorporaron a la lista de los próximos diputados plurinominales?

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