Pues con la novedad de que la ideota del Yunque burocrático de manipular el padrón del Consejo Estatal del PAN a fin de eliminar a todos aquellos que apoyan a la dupla integrada por Mario Riestra Piña y Genoveva Huerta Villegas, podría terminar por reventarle en la cara debido a que eso llevará a la revisión del pago de cuotas. ¿Y qué cree? Que Felipillo Velázquez Gutiérrez, el candidato por descarte de Eduardo Rivera Pérez para la dirigencia estatal, no ha pagado nada. Eso lo coloca, hipotéticamente, en el camino a su defenestración. No es que esta situación sorprenda, ya que si algo caracteriza a los riveristas es gastar a manos llenas el dinero que no es suyo, pero no están dispuestos a soltar un peso de su bolsa, sino que confirma —oootra vez— que los yunquistas van de tumbo en tumbo ante la desesperación porque perdieron el respaldo mayoritario del Consejo Estatal. Otro de los argumentos para defenestrar a los simpatizantes de la dupla Riestra-Huerta es su ausencia injustificada a las sesiones convocadas por dicho consejo. Eso, como era de esperarse, ya generó reacciones al interior del PAN. Unos aseguran que es una locura, otros que no procederá, pero todos coinciden que Lalo y Cía están sumamente desesperados. El que sí contestó fue Humberto Aguilar Coronado. El exdiputado federal fue informado por el periodista Ricardo Morales, a través de su cuenta de X, que estaba en la lista negra, a lo que El Tigre no dudó en responder: “Ahhhhh cabronnnnn. Y eso? Sólo para tus ojos…. El domingo 26 de mayo, en plena campaña, hubo una sesión del consejo estatal del @PANPuebla2124 y El TIGRE estuvo presente Esa no cuenta?”. El panista tiene toda la razón porque a la dirigencia estatal se le ocurrió que todos sus candidatos, que además son consejeros, suspendieran su campaña para ir a levantar el dedo y aprobar cosas sin importancia. La verdadera razón por la que Eduardo Rivera y su mafia quieren defenestrar Aguilar Coronado es porque decidió no seguirlos en su locura de provocar la extinción de Acción Nacional ni avalar el sectarismo que solo provocó odios y enconos. ¿Si tan faltista resultó Don Tigre, por qué no procedieron en su contra en tiempo y forma? Lo que Felipillo y su patroncito, el aprendiz de dictador bananero, no quieren reconocer es que la presidenta Augusta Díaz de Rivera Hernández no hizo lo que le correspondía y dejó que todo caminara tal y como se encontraba. La razón es que pensaban que el Consejo Estatal, tal y como se encuentra integrado, los respaldaría sin chistar. Ya se vio que no todos comparten las locuras del emperador toluqueño y eso les pegó duro en su infladísimo ego.