Y verán signos y señales.
Los fantasmas del comunismo merodean el ambiente mediático.
El debate sobre los libros de texto pasó al campo ideológico. La discusión sobre su contenido, alcance y sus implicaciones quedaron en un segundo término.
Y saldrán las masas de la derecha a quemar los libros de texto porque no han abdicado de los datos duros del elitismo.
La derecha o sectores de la derecha sacaron del clóset ideológico sus miedos más oscuros. impulsados por la televisora tv azteca. La televisora intenta encabezar los miedos y fantasías colectivas para proteger sus intereses económicos.
La televisora se sitúa como el gran frente educador.
La televisora se percibe como la deidad suprema que decide qué deben pensar, sentir y consumir sus clientes.
La televisora determina los saberes de la población. Pero poco a poco las redes sociales (otro formato de la economía digital y de la economía de la atención) le arrebata su leal público a las televisoras.
Sumaron a los aliens, con algún virus terrible y el fantasma del comunismo.
(El comunismo como un no se qué misterioso y terrorífico en lo que todo cabe.)
Las viejas consignas de la derecha confesional (ojo) que en los años sesenta salieron a las calles para gritar “¡cristianismo sí, comunismo no!” regresan en formato digital.
Los libros de texto como un fetiche.
Los libros de texto gratuitos son el demogorgon.
Los libros de texto como un anticristo.
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“La escuela laica, preparación y meta del comunismo”, podía leerse en el boletín de
la Unión Nacional de Padres de Familia en abril y mayo de 1961.
El artículo tercero constitucional como el gran enemigo y lo sigue siendo.
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Los nuevos libros de texto fueron el resultado de una amplia convocatoria para que profesores, profesoras, ilustradores, ilustradoras y artistas los elaboraran, sin cobrar por los contenidos que proporcionaron para los libros.
En los libros de texto se encontrarán ejercicios y lecturas propuestas por la comunidad magisterial.
Estos libros quedaron fuera de los intereses de las grandes empresas de impresión que habían sido beneficiarias de la impresión de los libros de texto gratuitos.
Los contenidos de los libros de texto gratuitos están basados en el modelo de la Nueva Escuela Mexicana, la cual busca la “formación integral de niñas, niños, adolescentes y jóvenes”, a través de un aprendizaje de “excelencia, inclusivo, pluricultural, colaborativo y equitativo”.
La Nueva Escuela Mexicana busca que niñas, niños y adolescentes sean ciudadanos críticos, que posean conciencia social, a través del aprendizaje situado en sus comunidades y adaptado a sus potencialidades y contextos locales.
Sus principios son:
- a) Fomento de la Identidad de México.
- b) Responsabilidad Ciudadana.
- c) Honestidad
- d) Participación en la transformación de la sociedad.
- e) Respeto a la dignidad humana.
- f) promoción de la interculturalidad
- g) promoción de una cultura de paz
- h) Respeto por la naturaleza y cuidado por el medio ambiente.
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Los llamados que distintos sectores de la derecha, como las cámaras empresariales, para evitar que se distribuyan los libros de texto son un ataque directo a los procesos educativos en el país.
Los llamados de los dirigentes políticos del PAN para “quemar” los libros de texto son alarmantes porque representan un desprecio a la cultura y a la educación nacional.
Un debate sensato, sin apasionamientos y centrado en la pedagogía sobre los libros de texto es necesario.
Porque en una democracia los procesos de educación pueden revisarse y evaluarse. De eso se trata. Pero pasar de las revisiones, ajustes, críticas y evaluaciones de los procesos educativos, y como parte de estos a los libros de texto, requiere mesura, diálogo y dejar a un lado los apasionamientos.
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A través de la desinformación y apelando a las emociones, sectores de la derecha, se sienten representantes de padres y madres de familia, y exaltan los demonios del pasado para frenar la distribución de los libros de texto gratuitos.
(Los libros como signo del avance civilizatorio. Los libros de texto gratuitos como signo de la educación que se democratiza y que llega a todos los lugares. Los libros de texto gratuito como referente de la educación laica y gratuita frente a los intereses de las televisoras que quieren la abnegación y que la ciudadanía claudique).
En el fondo, si los libros de texto gratuitos resultan tan incómodos, esto se debe a los contenidos y a la manera en que plantean el aprendizaje, de manera contrario al individualismo y a la competencia entre las personas.
En el libro de Sexto año de Primaria aborda temas como la Menstruación y el grupo de mujeres conocido como Las Patronas quienes proporcionan alimentos a los migrantes en el estado de Veracruz; también contenidos como Principios, éticos, pacto social y democracia; la violencia de Estado, los desaparecidos, etc.
El debate sobre los libros de texto debe servir para mejorar sus contenidos y el abordaje de las secuencias didácticas o progresiones para lograr los propósitos educativos.
Pero darles una etiqueta como “comunistas” a los libros de texto sólo es una estrategia para polarizar una discusión y para crear una emoción en contra del material didáctico y en contra de todo el sistema educativo, que incluye a profesoras y profesores, quienes en las aulas hacen su mejor esfuerzo.
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Tv Azteca y la derecha (o cierta parte de la derecha para matizar) revivió una discusión ya superada.
En 1932, la Unión de Padres de Familia se opuso a la educación sexual.
El Periódico Excélsior difundía la posición de la Unión de Padres de Familia, la cual convocó a una huelga en las escuelas para que no se impartiera educación sexual.
Para 1960, cuando se distribuyeron los primeros libros de texto gratuitos existió oposición por parte de la Unión de Padres de Familia.
La Reforma de 1857 limitó el poder de la Iglesia Católica, la cual se recluyó en el espacio de la educación. Esta premisa se reposiciona con la ofensiva mediática en contra de los libros de texto gratuitos. Es la nostalgia por un paraíso perdido. Es revivir fantasmas y fantasías del pasado. Es la disputa ideológica en el campo de la educación.
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, señaló en la mañanera de este martes 8 de agosto que las descalificaciones en contra de los libros de texto “Es una campaña difamatoria del conservadurismo sin sustento”.
Algunos gobernadores como Enrique Alfaro de Jalisco ya anunciaron que no distribuirán los libros de texto.
La COPARMEX le ha pedido al gobernador de Puebla, Sergio Salomón, que no distribuya los libros de texto gratuito.
Como en los años del secretario de educación, Narciso Bassols. O como en el gobierno de Adolfo López Mateos, la derecha revive batallas ideológicas en la que se asume “defensora” de los niños y de sus mentes.
La derecha quiere construir una narrativa en la que se asume como la “defensora” de los niños frente al fantasma del “comunismo”. Y llevar esta narrativa a las elecciones del 2024 para puntear a sus candidatos.
La Cuarta Transformación se pone a prueba en este escenario en el que la educación se volvió un campo de batalla ideológico porque ciertamente no existe algo así como una neutralidad educativa, como plantean los planteamientos neoliberales.
La televisora ha perdido a sus fieles seguidores. Ahora, hasta el K-pop es más popular que las peroratas del monopolio mediático fundado en los noventa. Mientras tanto, la violencia persiste y la ciudadanía se vuelve un bien escaso.