¿Qué tipo de PRI veremos después de las elecciones de Coahuila y del estado de México?
¿Sobrevivirá el expartidazo al desplome de la próxima elección?
El PRI se volvió una etiqueta política, el deus ex machina de cualquier columna política.
El PRI desapareció, pero los priistas sobrevivieron incorporándose al aparato político neoliberal, y transitaron a la burocracia morenista en distintas modalidades.
Lo que permanece es el Estado. El neoliberalismo. El capitalismo. El patriarcado. Y todas las estrellas del modelo neoliberal.
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El candidato del PT, Ricardo Mejía Berdeja, rechazó declinar por el candidato de Morena, Armando Guadiana en el estado de Coahuila.
A unos cuantos días de esta elección, la plana mayor del Partido del Trabajo anunció este martes que ya no apoyaría a su candidato Mejía Berdeja, y que mejor iba a apoyar al candidato de Morena, Armando Guadiana.
Pues el Partido del Trabajo es el hermano menor de Morena.
Pero después de esto, se entiende que el Partido del Trabajo no le va a llevar las contras a Morena.
Que es nada más un partido edecán (que en francés es algo así como un ayuda de campo).
Si el PRI tuvo al PARM, al PPS y al Partido Frente Cardenistas como sus partidos aliados, Morena tiene al Partido del Trabajo y al Partido Verde Ecologista ( ¿sigue existiendo?) como sus partidos que giran en la órbita de Morena.
¿O sea tiene sentido ser candidato o aspirante del Partido del Trabajo (PT) cuando las decisiones del PT se determinan en su partido hermano mayor?
El Partido del Trabajo ni es un partido de clases ni es un partido del campesinado ni es un partido antineoliberal, es un partido que se disciplina a Morena.
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La Profa Delfina está a punto de darle jaque mate al poderosísimo grupo Atlacomulco.
O por lo menos de darle una estocada si gana la gubernatura del Edomex.
¿Alguien se hubiera imaginado que una profa acabara con el legado político de otro profe, el profe Hank?
Los profes como símbolo político de la clase política del país.
Pero hay de profes a profes.
Por ejemplo, la profa Elba Esther Gordillo, que impulsó todas las reformas neoliberales en la educación.
Por ejemplo, el profe Genaro Vázquez.
O los profes que salen de las Normales Rurales.
La elección del domingo es como darle la cereza del pastel a Morena en la reconstrucción de su hegemonía política.
¿Regresaremos entonces, a la vida política del partido único?
¿O más bien regresaremos a los momentos del país de un partido único, hoy de corte populista, (populismo en los términos de Laclau y Mouffe) que se propone en el discurso ser antagónico a la dominación neoliberal?
(El vehículo de las preocupaciones mundanas no pasa por Coahuila ni tampoco por el Estado de México).
Lo que habría que entender es que sí Morena tiene la capacidad de englobar la heterogeneidad del pensamiento, propuestas y tendencias políticas en su seno, o si, simplemente transitará al modelo de una narrativa política única centrada en las aportaciones políticas de su fundador, Andrés Manuel López Obrador.
Los procesos que han permitido que Morena haya ganado las elecciones en el 2018 no se repetirán, pero las gubernaturas que en transcurso de este sexenio ha ganado Morena lo colocan en una situación política de privilegio.
Que el PRI pierda, en ese escenario, más gubernaturas, sería un capítulo más de la historia democrática y política del país.
Pero que el PRI desaparezca electoralmente ya no representa nada porque el PRI se ha desvanecido, así solito, luego del 2018.
Sus militantes han emigrado a Morena y sin despeinarse Morena los ha recibido con los abrazos abiertos con su política de inclusión universal.
Yo no creo que un solo partido político concentre todas las tendencias, propuestas e intereses de quienes aspiran al poder en México.
Pero tampoco creo que si la derecha se radicaliza se vuelva una opción política.
Se necesitan que los partidos o se muevan más al centro con propuestas de centro izquierdista, sociales, de justicia y de libertad, o que rebasen a Morena por la izquierda.
Esas son las verdaderas opciones para la oposición o para cualquier proyecto alternativo a Morena.
Algo así como un PRI más lázarocardenista que Morena. O un PRI antineoliberal, feminista, nacionalista; un partido antipatriarcal, a favor del aborto, un partido de línea de masas, y a favor de una reforma fiscal progresiva para los sectores más ricos de esta sociedad clasista y desigual. Un partido que toma decisiones democráticas y que repudia su pasado neoliberal y tecnocrático.
¿Será posible eso?
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La última del Barroco
El museo Barroco, ícono de la arquitectura morenovallista, debe estar muy orgulloso que lo tomen de promoción para las campañas políticas.
Para las campañas electorales en España, presumieron, así como se oye, el museo Barroco.
Iñaki Oyarzabal, candidato del Partido Popular (algo así como el PAN en España) por Álava, provincia del país vasco presumió como promesa de campaña electoral la construcción de un Museo Planetario y un parque de las Ciencias.
Estas promesas las ilustró con el Museo Barroco.
Además, Oyarzabal incluyó en las imágenes de su Museo Planetario, Parque de las Ciencias, imágenes de las instalaciones del Tecnológico de Monterrey.
La nota es destacada por el periódico del grupo Prisa, El País.
Para cerrar con broche de oro, Takayuki Ohara Martínez, representante de Toyo Ito, arquitecto que diseñó el MIB, escribió, según señala el diario, el siguiente comentario:
“Como está construido en México nadie se entera. Total, es de un tal Toyo Ito, quién lo conocerá…”.
El comentario de Ohara posee un aire colonialista.
Total, que el Museo Barroco ya demostró, pues sí, sí es internacional.
Quizás lo más curioso de todo esto es que ningún aspirante o candidato en Puebla ha tenido la iniciativa de prometer un nuevo Museo Barroco o infraestructura cultural y científica para Puebla
¿Se imaginan que, para la elección del 2024, los candidatos o las candidatas a la gubernatura, o a la presidencia municipal estén disputando si hay que construir uno o más Museos Barrocos o si hay que crear una ciudad de la Ciencia para Puebla, etc.?