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jueves, noviembre 21, 2024

El hombre es el lobo de la mujer (Escenas de asco y burocracia)

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Luego de enfrentar una infame turba en Huehuetla, Olimpia Coral Melo, creadora de la Ley Olimpia, se trasladó a la ciudad de Puebla custodiada por elementos de la policía estatal, pues los municipales generaban desconfianza más que certezas.

La fiscal especializada en investigación de delitos de violencia de género contra las mujeres fue quien la recibió y le abrió la puerta para que interpusiera su denuncia.

La declaración duró horas.

Olimpia y sus compañeras llegaron a la Fiscalía a eso de las ocho de la noche del jueves y salieron a las cinco de la mañana del viernes.

La sesión maratónica continuó hacia el mediodía y concluyó a eso de las siete de la noche.

En ese lapso, el agresor principal —Israel N— fue detenido y enviado a la cárcel municipal donde estuvo algunas horas, pues su efímera aprehensión se debió a la violación de una regla menor: faltas a la moral.

Olimpia narró en su denuncia los horrores que vivieron durante una hora a manos de Israel y siete hombres más, todos ellos choferes de una empresa de taxis que —según versiones salidas de la Presidencia Municipal de Huehuetla— no cuenta con los permisos de ley.

Durante sus declaraciones, Olimpia y sus compañeras no comieron.

Sólo llevaron a sus bocas una o dos tazas de café.

Tampoco contaron con hospedaje.

Ellas tuvieron que buscar un hotel a eso de las cinco de la mañana del viernes.

Ninguna organización feminista local se pronunció en defensa de Olimpia.

¿Y qué decir de las mujeres que todos los días hablan de “sororidad” en las redes sociales?

Quedó claro que la sororidad es un discurso falso.

Olimpia recibió el apoyo del gobernador Sergio Salomón desde el primer momento.

Y cuando quiso hablar vía telefónica con ella, ésta entró en shock.

Un shock tan intenso que no pudo responder la llamada debido al llanto que se apoderó de ella.

Monica Silva, diputada local con licencia experta en temas de violencia contra las mujeres, se solidarizó con Olimpia desde el primer momento.

Posteriormente, acudió a verla y le llevó ropa para ella y sus compañeras.

Melva Navarro, secretaria de Igualdad Sustantiva, estuvo al pendiente de Olimpia a lo largo de esos días, así como Javier Aquino, secretario de Gobernación.

Liliana Ortiz, esposa de Eduardo Rivera, candidato a la gubernatura, fue otro de los personajes que no dejó sola a Olimpia en esta trama.

Y hasta don Guillermo Jiménez Morales, exgobernador de Puebla, le hizo una larga llamada de apoyo, y puso a sus órdenes un equipo jurídico.

La duda mata:

¿Cuánta gente común y corriente —sin los reflectores de Olimpia— tiene los recursos económicos como para invertir tres días de su vida —con hospedaje y alimentos a su costa— declarando y contribuyendo a la creación de una carpeta de investigación que le sirva de defensa y justicia?

Hoy por hoy, Olimpia Coral Melo ya puso a Huehuetla en el escenario nacional de la violencia en contra de las mujeres.

Habrá que seguir con mucha atención lo que ocurra de hoy en adelante no sólo con los agresores sino con los focos rojos de las agresiones de género.

A Olimpia ya le empezaron a llegar toda clase de denuncias de mujeres oriundas de Huehuetla que han sufrido acosos sexuales de los taxistas fantasmas.

La cloaca se ha destapado.

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