Gustavo González de la María es considerado por los universitarios como un “porro” ligado a un personaje siniestro: Rodolfo Zepeda Memije, considerado como el principal operador de Alfonso Esparza, exrector de la BUAP.
En este conflicto universitario, ambos tienen metidas las cabezas, los cogotes y las manos.
No podía ser de otra manera.
Son porros profesionales cuyo objetivo actual es la desestabilización de la Universidad.
González de la María fue coordinador de Acompañamiento Universitario y Deportivo en la facultad de Derecho, donde hizo jugosos negocios.
Gracias a sus contactos, cobraba “moches” a los estudiantes para que aprobaran sus materias, y se daba tiempo para acosar a las alumnas.
Una de ellas —que trabaja actualmente en el ayuntamiento de Puebla— lo denunció en varias ocasiones.
Ante eso, nuestro personaje sólo soltaba sonoras carcajadas.
Se sabía impune.
Y lo era.
Una vez que la maestra Georgina Tenorio, directora de la Facultad de Derecho, lo sorprendió cobrando por pasar materias, lo sacó de Ciudad Universitaria.
González de la María fue enviado entonces al Complejo Regional de Atlixco, desde donde opera en contra de la rectora Lilia Cedillo y la maestra Tenorio.
(También está metido, a través de terceros, en el ayuntamiento de Acatzingo).
Él es quien administra las páginas de Instagram y Facebook que atacan a la rectora y a José Manuel Alonso, secretario general de la BUAP.
En un reciente chat de WhatsApp que ha empezado a circular en las redes (denominado “PAROFACDER2025”), González de la María ofrece pagar entre quinientos y mil pesos, por “cabeza”, a los alumnos que mantienen tomada Ciudad Universitaria.
En la conversación que mantiene con el estudiante Carlos Muñoz, operador suyo al interior del movimiento, queda claro su afán por que la maestra Tenorio sea destituida.
(El rencor que le guarda por la remoción que sufrió sigue vigente).
Al referirse al tema de los acosos sexuales a diversas alumnas, se justifica diciendo que “si ellas quieren no es acoso”.
En ese mismo chat, se jacta de que una reciente campaña de desprestigio que emprendió en contra de un estudiante de Derecho rindió frutos: “Ya viste cómo todos se creyeron el audio del Carro. Así es como se alebresta al gallinero”.
Le dejo al hipócrita lector la conversación completa, con algunas correcciones de estilo, puntuación y ortografía para que sea legible:
Gustavo González de la María (GGM): Ya te había dicho que por esa vieja (Georgina Tenorio) me sacaron de Derecho, wey.
Carlos Muñoz (CM): ¿Pero por qué?
GGM: Ves que desde el paro pasado pidieron mi cabeza porque según cobraba por cambiar calificaciones, y por acoso.
CM: ¿Y A POCO NO, MI GUS? Jajajaja.
GGM: Pues si ellas quieren no es acoso. Wey, entonces ya que quede.
(…)
GGM: Tú júntate conmigo y vas a ver cómo te va bien.
CM: Oye, pero ya somos pocos los que estamos aquí. Mándame unos wueyes que me apoyen en la destitución de Gina.
GGM: Órale, va, pero mejor consíguelos tú. Diles que les toca “la milpa” por cada día que aguanten el paro.
CM: Sí. ¿Qué le digo a mi equipo?
GGM: Ya te dije, wey. Ponme atención. Mil varos por cabeza por cada día que aguanten en el paro. Además qué le hacen si no van ni a clases. Tú dices, mi Carlitos. Si quieren la lana hay que convencerlos. Solitos van. Tú dices si el dinero lo quieres completo o repartes entre los que te ayudaron a juntar gente. Ya será tu bronca si los convences. Si lo haces, te puedes chingar todo. Más lo que te vamos a dar a ti.
(…)
GGM: Wey, jálate más gente. Diles que les toca 500 por cabeza para que vayan. Que a todos los que jalen diario se les va a dar sus 500. Tú, mi Carlitos, sigue insistiendo en la destitución de Gina. Si lo logramos, te van los 59 varos que quedamos. Ya ves que le traigo ganas a esa pinche vieja.
CM: Mi Gus, ya se las están oliendo que me traigo algo personal con ella. Ya no quieren destituirla. ¿Cómo le hacemos?
GGM: ¿Qué, eres pendejo? ¡Aprende de mí, papá! Ya viste cómo todos se creyeron el audio del Carro. Así es como se alebresta al gallinero.