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miércoles, noviembre 27, 2024

Buenas tetas, cero sesos (La marca Trump)

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La marca de la casa Trump es “provocación”.

Como un viejo boxeador lleno de mañas —Mike Tyson en su mejor momento—, el próximo presidente de Estados Unidos sabe que provoca miedo.

Javier Milei, por ejemplo, suele provocar pánico entre los argentinos por sus modos agresivos.

Sin embargo, ante Donald Trump, Milei empezó a temblar como un flan recién hecho.

Trump incluso se dio el lujo de apagarle el micrófono a la mitad de su discurso.

Nadie puede con él.

Y atemoriza a todos.

De su exesposa Ivana solía decir: “Buenas tetas, cero sesos”.

Y ella se quedaba callada.

Hasta las feministas se quedaban mudas ante tanta insolencia.

Otra de sus frases favoritas es la siguiente: “La gente puede decir lo peor de ti, pero nada de eso importa si a tu lado tienes una nalga joven y bella”.

La altanería de Trump le ha dado resultado.

Vea el hipócrita lector: es uno de los hombres más ricos del mundo y ha ganado dos veces la Presidencia de Estados Unidos.

El gabinete que ha ido armando antes de su toma de posesión en enero próximo es lo más parecido a un Club de la Pelea.

La mayoría son personajes cuajados en su molde.

Es real: se le parecen mucho.

Son ruidosos, estruendosos, y con modales vulgares.

Algo más los une: todos son profundamente antimexicanos.

La carta de respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum fue amable, sí, pero contundente.

En pocas palabras le dijo a Trump que si se atreve a subir los aranceles a las exportaciones mexicanas, ella responderá igual con las importaciones estadunidenses.

En la sección “Rayuela”, del diario La Jornada, unas cuantas líneas revelan cierto temor cuatroteista: “Mucho cuidado con el tono, chula, recomendaría don Lázaro. No se trata precisamente de una personalidad sensata”.

El general Lázaro Cárdenas habló siempre de “el modito” de hablar o de pedir las cosas.

Y es que consideraba que todo se reducía a eso.

El modito, pues, de la presidenta, al decir de La Jornada, puede generar una respuesta airada de Trump, quien no es precisamente “una personalidad sensata”.

Claro que no lo es.

Jack el Destripador sabía que provocaba pánico, y por eso seguía destripando.

Trump es así y nadie lo cambiará jamás.

Todo es cosa de hallarle el “modito” para evitar caer en su maldita lengua.

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