Alejandro Armenta empezó a construir su triunfo desde hace 33 o 34 años.
Este domingo sólo se confirmó lo que ya sabíamos.
Los dos primeros cortes de las encuestas de salida confirmaron las ventajas indiscutibles de quien siempre fue el puntero en la elección a la gubernatura de Puebla.
Y dicha tendencia —como lo han apuntado— sigue siendo de 2 a 1.
Así lo publican en sus redes varios periodistas utilizando algunas de las iniciales de los contendientes.
En el fondo querían decir que doble A —Alejandro Armenta— se había impuesto a Eduardo Rivera.
El puntero, pues, no ha dejado de ser puntero desde que arrancó el proceso electoral.
Y eso ya va para un año.
En esas condiciones arribó al 10 de noviembre, cuando se impuso en todas las encuestas al resto de los contendientes.
Y así llegó a la precampaña.
Y así siguió hasta hoy.
Hasta el cierre de esta edición, el puntero va arriba por dos dígitos.
Se dice fácil.
Es un trabajo de años.
¿Cuántos?
Más de tres décadas.
Las carreras políticas no se improvisan.
Y si lo hacen, corren el riesgo de morir en el intento.
Nada como una carrera larga, obstinada, metida en el ejercicio cotidiano.
Han abierto dos o tres botellas de champagne en las casas de los amigos del puntero.
¿Qué es lo que celebran?
El triunfo que ya se empieza a cocinar en los resultados finales.
Por cierto: Pepe Chedraui también aventaja a Mario Riestra por cerca de diez puntos.
Qué jornada la de hoy.
Periodistas nerviositos. Entiendo que las redes sociales pongan nerviosos a los usuarios, pero no acabo de explicarme que haya periodistas —metidos en el mismo bozal desinformativo— que buscaran censurar a otros periodistas que se atrevieron a adelantar los resultados de algunas encuestas de salida a través de sus redes sociales.
Que haya tuiteros ignorantes no me espanta.
Lo que sí sorprende es que haya profesionales de la ciencia política y la información que no estén al tanto de los pormenores jurídicos de un viejo y anquilosado debate que tiene que ver con la libertad de expresión y sus alcances.
En un documento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, compartido por el magistrado Felipe de la Mata Pizaña, se leen estas perlas: “Los periodistas no pueden ser castigados por ejercer su libre opinión en relación con los procesos electorales, aún y cuando ello ocurra durante el periodo de veda.
“Para sustentar lo anterior, en primer lugar debe tenerse en cuenta que las prohibiciones de la veda electoral se dirigen a sujetos específicos que cuentan con una calidad relevante para el proceso electoral, al encontrarse en una posición diferenciada para influir en las preferencias electorales de la ciudadanía: candidatos/as, partidos políticos, militantes, simpatizantes y servidores/as públicos.
“En este grupo de sujetos ciertamente no se encuentran las personas que ejercen el periodismo (o sus casas editoriales), dado que la labor periodística representa una de las manifestaciones más importantes de la libertad de expresión e información en el contexto de una sociedad democrática, al permitir la libre circulación de las ideas y abonar a la construcción de la opinión pública y su debate entre la ciudadanía.
“Tan importante es el periodismo en el contexto del debate político, que incluso la Sala Superior ya ha reconocido que, para su protección, la actividad periodística debe presumirse lícita, salvo prueba en contrario, y que en la interpretación de las normas que la modulan, las autoridades judiciales deben favorecer su protección.
“(…) Si lo que se busca durante el periodo de veda es permitir que la ciudadanía reflexione el sentido del voto, ciertamente no podemos privarle de conocer lo que se genera desde la palestra del periodismo”.
Ufff.
Se vale ruborizarse.