Con la colaboración de Ania Morales
Con motivo de mi formación profesional, hace ya algunos años en la Universidad Católica de Lovaina Bélgica conocí afortunadamente a varios colombianos. En ese entonces Colombia vivía una crisis de estado muy compleja con motivo de una violencia indescriptible. Época de Pablo Escobar y la expansión de un mal social que acecha al mundo entero, esto aunado con actos terroristas y de control político.
Estos compañeros se caracterizaron por su buen español hablado y escrito; por su tenaz defensa a Gabriel García Márquez, su Gabo, como el mejor escritor del mundo; por su buena cocina, con sancochado de gallina y su plato montañés y por su ron de Caldas entre otras cosas.
Cuando tuve la oportunidad de conocer Colombia, la calidad de su gente es magnífica, abiertos y con características propias, aman ser colombianos pues su identidad se refleja en lo individual y lo colectivo independientemente de esos comportamientos sociales drásticos que han tenido, con guerrillas, capos del narcotráfico, militarización extrema, terrorismo urbano, pero al fin y al cabo logrando identificar plenamente su nacionalidad.
Los colombianos han fortalecido sus instituciones y siguen optando por el camino democrático de elección de sus instituciones.
El domingo 29 de mayo los colombianos elegirán a su próximo presidente. Saber quiénes son los candidatos y los partidos políticos que los respaldan nos permite conocer de alguna manera como es y cómo será el comportamiento del Estado colombiano en los próximos años y quien será el inquilino de la Casa de Nariño.
A lo largo de la historia Colombia ha ido madurando y, de acuerdo con su propia constitución, Colombia es un Estado Social de Derecho, organizado en forma de república unitaria, con autonomía en sus entidades territoriales, con un sistema político republicano, democrático y representativo, en el cual existe una clara división de poderes que son el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
Actualmente el Estado colombiano es comandado por el abogado y escritor Iván Duque Márquez quien fue senador de la República colombiana y también trabajó como representante de ese mismo Estado ante el Banco Interamericano, logró su triunfo al ser candidato por el Partido Centro Democrático.
Los principales candidatos en esta contienda electoral por la presidencia de Colombia son: Gustavo Petro, del Partido Pacto Histórico; Federico Gutiérrez, del Partido Creemos Colombia; Rodolfo Hernández, de Liga de Gobernantes Anticorrupción; Sergio Fajardo, de la coalición Centro Esperanza. En el orden señalado iniciamos un breve extracto de quiénes son y que proponen.
Gustavo Petro representa la izquierda y es señalado como ser parte de ese grupo guerrillero que ocupó con violencia el Palacio de la Justicia, pero con el membrete de ser hoy uno de los políticos más trascendentales en Colombia, él mismo se autocalifica como ser el líder de la izquierda progresista, con opciones reales de llegar a ser el próximo presidente de Colombia. Este candidato puede ser incluso ganador en primera vuelta, sus oponentes lo descalifican atribuyéndole ser un populista además de autoritario y claro con esa posición del centro y de derecha, de llegar este candidato a la presidencia lo verían como el precursor de la nueva Venezuela.
Federico Gutiérrez, “Fico”, quien fue alcalde de Medellín abandera la derecha colombiana, es la otra fuerza que pretende desequilibrar y llegar a ser titular del Poder Ejecutivo en la República de Colombia. Logró vencer por consulta a un grupo de políticos identificados como conservadores pertenecientes al equipo por Colombia, con argumentos de preservar la democracia en las libertades se basa en cinco propuestas, en la lucha anticorrupción, fortalecimiento de la seguridad y la justicia, política exterior, crecimiento económico sustentable y reducción de los pobres.
Rodolfo Hernández es un empresario a quien califican como el Donald Trump colombiano, basando su estrategia en descalificativos y, a decir verdad, con pocas y pobres propuestas, sus posibilidades son mínimas; sin embargo, este tipo de personajes en la política hoy en día en cualquier momento pueden dar una sorpresa.
Por la coalición centro Esperanza, Sergio Fajardo es nuevamente un candidato de centro, su debilidad en realidad es la tibieza con la que opera y con la que actúa, por lo tanto, es criticado por sus detractores de derecha y de izquierda pues para ellos juega un papel de apoyo para quien aventaje las elecciones. En la historia de su carrera política busca evitar la confrontación, pero a decir verdad, si uno compara lo que este candidato pronunciaba en 2018, parecen ser las mismas propuestas y siempre con la misma personalidad, sin ningún cambio o algo nuevo que le permita en verdad llegar al triunfo el próximo domingo, vaya, ni la imagen.
Así las cosas, en la tierra del autor de 100 años de soledad, todo indica que el partido oficial, sin un líder propio y sin un apoyo directo, perderá el control político de Colombia y nuevas vías y resurgimientos políticos parecen alcanzar el anhelado triunfo representando a la izquierda.
Veremos qué pasa el domingo, sigamos aprendiendo de los movimientos sociales y políticos que sufre Latinoamérica. Suerte Colombia.